Para ellos queremos convertirnos en tus asesores foodie y aconsejarte qué puedes ordenar y qué no para que el encuentro sea un éxito.
Las primeras citas, aunque se piense lo contrario, son un momento delicado porque en ellas pueden decidirse muchas cosas, incluso si alguien puede ser el amor de tu vida.
Además, con lo que hoy siendo un single confeso cuesta tener una, es mejor que no te arriesgues a quedar mal. Sabemos que querrás hacerte, si no lo eres, el caballero y complacer en todo, pero debes tener cuidado porque hay platillos que nunca, jamás, aunque tengas el gran antojo de tu vida, debes ordenar.
Aquí te decimos cuáles para que, si definitivamente no termina bien, no sea tu culpa. ¿Preparado? Toma nota y arma tu no-menú.
Todo con cubiertos
Sí, sabemos que en un país como México es complicado no terminar chupándose los dedos pero por favor, trata de que no pase. No te fijes en ese tipo de platillos del menú porque sentimos decirte que no se te verá nada elegante comiendo así.
Lee con atención
Es importante que leas atentamente la explicación que en el menú se ofrezca del platillo. Si no viene explicado, no tengas pena en preguntar. Es una manera de no llevarse sorpresas en el plato. Así que no te hagas el que conoces todas las cocinas del mundo, y ve a lo fácil. Si no quieres preguntar al mesero, es hora que agarres tu celular y hagas lo que deberías haber hecho al hacer la reserva: googlear.
Hamburguesa completa: no
Lo primero que te decimos es que una hamburguesa no es la mejor opción para seducir, pero si se da el caso en que es el lugar elegido por ella, no queda más remedio que aceptar. Pide la más pequeña y la que menos complementos lleve, aunque no te sacies, evitará que ella te recuerde con la mayonesa y el cátsup escurriendo por todos lados.
No eres un vampiro
Así es, el ajo no solo mata a los vampiros, también puede matar tu cita, así que trata de no elegir platillos que contengan grandes dosis de este ingrediente, por mucho que te encante. De tomarlo a no, puede que te quedes sin beso al final de la noche. Todo depende lo que quieras que pase en la próxima… si no quiere repetir cita, quizá es la excusa perfecta para que eso ocurra.
Pasta + salsa: cuidado
Puede que ames la pasta y además es un plato fácil, un recurso bueno porque son pocos en el mundo a los que no les gusta, pero si vas a elegirla, que no sean espaguetis o tallarines bañados en salsa de jitomate, salvo que seas un artista enrollándolos en la cuchara. Hay muchas variedades de pasta que permiten no arriesgar y salir ganando.
¡Que no se enchile!
La comida demasiado especiada no es apta para todos, sobre todo porque el nivel de tolerancia al picante es tan subjetivo como los gustos. Además, si es alguien que no está acostumbrado a comida demasiado condimentada, puede que no le caiga bien y la cita termine dónde y cómo no debía.
¿Vegetariana?
Imaginamos que antes de elegir el lugar, te habrás informado de los gustos de tu cita. Si no es así, todavía estás a tiempo. ¿Imaginas llevarla a los mejores cortes de la ciudad y que sólo tome vegetales? Sí, tu cita se acabará antes de comenzar.
Alcohol, en su justa medida
Está bien que te relajes y pidas un drink, un vino, una cerveza y no te quedes ahí con la naranjada o la coca, que además no es nada sexy, pero con control. Puede que la plática invite a pedir una segunda y tercerca botella de vino, pero queremos que regreses a casa por tu propio pie. Alterna el vino con agua y decide cuándo ha llegado el momento de dejar de tomar. Tu acompañante lo agradecerá.