Sin embargo, aunque este producto es fácil de encontrar en cualquier supermercado, corres el riesgo de que esta bebida envasada contenga más azúcares de las que habías contemplado en tu dieta, sin mencionar que su precio es bastante alto y no cualquiera puede comprar varios litros a la semana; por ello, aquí te contamos cómo preparar leche de coco casera y así evitar gastar de más.
Ingredientes:
- 1 coco limpio
- 1 litro de agua
¿Cómo hacer leche de coco?
- Corta el coco en pedazos medianos.
- Agrega el litro de agua en una olla y ponla a calentar. Retira poco antes de que hierva.
- Añade los pedazos de coco en la licuadora con el agua caliente y licúa por un par de minutos hasta que quede bien molido el coco. Debe quedar una pasta espesa y uniforme.
- Después vacía esa pasta en un filtro para café y deja que la leche de coco vaya escurriendo dentro de un recipiente. También puedes usar un colador pequeño para eliminar los restos de coco y cáscara.
- Si gustas, puedes añadir un poco de Splenda o Stevia para endulzar aunque yo recomiendo no agregar nada más para que puedas utilizar tu leche de coco para preparar unas deliciosas donas keto o cualquier otra receta que desees.
- Guarda la bebida en el refrigerador y de preferencia, tómala dentro de los primeros 5-7 días después de que la preparaste.
Como tip, después de colar puedes guardar la pasta de coco sobrante para preparar más leche, pero con menos agua o dejarla secar y usarla para galletas o postres.
Beneficios de la leche de coco
La leche de coco podría ayudarte a aumentar masa muscular si estás buscando incrementar el volumen de tus piernas o glúteos en el gimnasio; además, proporciona energía al cuerpo debido a los ácidos grasos de cadena media que contiene, los cuales son absorbidos rápidamente por el cuerpo para precisamente producir energía.
También ayuda a controlar el índice glicémico, a prevenir calambres por ser rica en calcio, potasio y magnesio, y a fortalecer el sistema inmune debido a que tiene algunos compuestos bioactivos que le aportan propiedades antibacterianas.