Estas son algunas heridas que provocan en los niños la indiferencia y ausencia de su madre y padre que les acompañan toda la vida y los convierten en adultos débiles y con baja autoestima
El estilo de vida acelerado, la mala situación económica y el deseo de que a los pequeños no les falte nada material hace que los padres se alejen de sus hijos y los dejen a cargo de terceras personas para salir a trabajar o hacer otras actividades para beneficio personal.
Son muchas la situaciones que suelen alejar a los pequeños de sus progenitores y los últimos pocas veces se dan cuenta del daño que causa en los niños la indiferencia y ausencia de sus padres.Hay que tener en cuenta que el vínculo entre padres e hijos y el contacto en los primeros años de vida es fundamental, aparte de que se debe de alimentar y mantener ese vínculo más allá de su tierna etapa de bebé.
Los niños necesitan de ese referente para crecer. Una persona que los acompañe. escuche y esté con ellos cuando se les necesite.Aunque no lo parece, en el caso de los niños que apenas tienen contacto con sus padres o sienten que la madre o el padre no le presta atención, en el futuro tendrá esta serie de problemas:
Poca confianza en sí mismo: Sin duda alguna el pequeño tendrá la autoestima baja y no será capaz de creer en todo lo que es capaz de hacer. Esto será un poderoso obstáculo a la hora de tomar decisiones importantes.
Desconfianza en los que le rodean: Será imposible que aprenda a confiar en los demás si ni siquiera sus padres han estado cuando se le necesita. Esto va a provocar que tenga problemas para relacionarse con los demás.
Problemas de conducta: Muchos niños buscan llamar la atención de sus padres y lo hacen transformándose en unos rebeldes. Se portan mal en la escuela, con desconocidos y usan toda esa agresividad para no seguir las reglas. Es un grito desesperado a sus padres.
Problemas emocionales: La falta de cariño en la infancia puede generar algunos problemas para controlar sus emociones cuando sea adolescente incluso en su vida adulta. Ya que nadie le enseñó a hacerlo. Por lo general tiene personalidades débiles.
Dudas constantes: El no tener una referencia firme en la infancia hará que de mayores, los niños no tengan claras algunas normas. Por eso suelen convertirse en adolescentes indecisos, con problemas para tomar decisiones importantes y sobre todo con una incapacidad de comprometerse.
Depresión: La angustia de no tener un referente emocional junto a él, puede provocar que el niño caiga en la depresión.
Problemas mentales: En casos más extremos, esta ausencia de la madre y padre en el núcleo familiar, puede generar muchos problemas graves a nivel psicológico, como lo son los trastornos de personalidad
Comportamientos compulsivos: En el futuro, los niños que tuvieron padres ausentes, tienden a ser poco racionales, a dejarse llevar por sus impulso y no tener paciencia. La mayor parte del tiempo estarán ansiosos y estresados y con comportamientos agresivos.
Adultos dependientes en exceso: Estos niños serán adolescentes con una dependencia en un futuro por buscar a alguien que llene ese vacío que sienten. Esto puede llevarlos a buscar de manera enfermiza a personas que le cuiden. Tiene muchísimo miedo a ser rechazados, a que les abandonen tal como lo hicieron sus padres. Por eso será capaz de sacrificarse todo el tiempo para tener a alguien a su lado.