El bicarbonato de sodio es un producto que puede ser útil en determinados casos, como efectivo limpiador y blanqueados desde el punto de vista hogareño. Pero además, si es utilizado de manera adecuada y en la medida justa, su efecto al ingerirlo puede ser adecuado para aliviar los síntomas de la acidez.
Sin embargo, debido a que el bicarbonato de sodio tiene altos niveles de este último compuesto, no es recomendable utilizarlo para estos fines en exceso debido a que si es mal utilizado, puede generar serios peligros en la salud de una persona. De hecho, en el caso de las personas con cuadros de hipertensión, problemas renales, afecciones cardíacas o alergias, su uso no sólo está prohibido en exceso, sino que no se recomienda utilizarlo. Embarazadas y niños tampoco deben llevar bicarbonato de sodio a su organismo ni manipularlo, tal como se ha advertido en el plano de la medicina tradicional en varias oportunidades.
En el caso de los niños pequeños, la atención debe estar especialmente puesta en evitar que jueguen con este compuesto para realizar experimentos o actividades lúdicas. En este sentido, la aclaración es válida, pues las consultas por intoxicación en los hospitales pediátricos suelen ser muy frecuentes por este y otros motivos. De hecho, existen en la web numerosos tutoriales para fabricar juegos y materiales como el slime, que utilizan bicarbonato de sodio en su composición o bórax, un compuesto derivado a este producto.
En general, las posibilidades de padecer un cuadro secundario como consecuencia de su indebida ingesta, aumentan incluso en los casos en que es ingerido sin pertenecer al grupo anterior. Así, la persona puede sufrir: cefaleas, vómitos, pérdida del apetito, dolor de estómago, inflamación intestinal y problemas para respirar.
Por otro lado, el bicarbonato de sodio puede provocar reacciones no deseadas si se combinan con medicamentos necesarios para tratar otras diversas afecciones.