Tener humedad en nuestra casa, no sólo genera problemas en muros, techos, figas y paredes si el problema no es solucionado a tiempo y con decisiones que permitan ponerle un freno de fondo. De hecho, en algunos casos será incluso recurrir a obras y refacciones más profundas en tu hogar para evitar que los hongos y el moho se sigan apropiando de espacios que ya limpiaste mil veces con sustancias corrosivas.
Ahora bien, la existencia de estos microorganismos en los diferentes espacios también provocan mal olor debido a las partículas que quedan en suspensión, sobre todo en los ambientes cerrados o que carecen de una adecuada ventilación. Tanto los hongos como el moho que se genera con ellos, suelen dejar impregnado su olor en muebles, artículos de cama, armarios y pequeñas habitaciones.
En estos casos, dos medidas son clave para evitar que la humedad siga invadiéndolo todo: la limpieza adecuada y la ventilación de los espacios. Por ejemplo, si tu idea es sanear el dormitorio, entonces lo óptimo es que mientras ordenas la cama, abras las puertas del placard para que ingrese al aire y la humedad disminuya. Si el sitio a mejorar es un depósito de alimentos es posible que necesites de un deshumificador o un extractor de aire.
Pero además de estos consejos, también podemos decir que existen otros recursos naturales que pueden adoptar a la hora de combatir ese molesto y desagradable olor.
Café
Puedes colocar algunos granos de café en un recipiente de vidrio y renovarlo con frecuencia. Es una táctica muy recomendable para quitar los olores desagradables. También puedes usar café molido en pequeñas bolas de tela y colgarlas donde lo desees.
Limón
Es bien sabido que el jugo de limón es ideal para incorporar al momento de realizar la limpieza hogareña. Sus poderes no sólo residen en ser un desinfectante natural, sino que tiene un alto potencial para neutralizar los malos olores. De hecho, el limón te brindará un delicioso aroma cítrico que sentirás en tu ambiente.