Fue apenas el 21 de diciembre que empezó el invierno en México y con él una extensa masa de aire frío. Para mantenerse sano hay que tomar ciertas precauciones, sobre todo cuando se trata del cuidado de la piel. Con estos consejos de belleza, podrás cuidar tu rostro en invierno.
Esta bajada de temperatura no es precisamente la mejor aliada de nuestra piel, pues los capilares sanguíneos se contraen haciendo que llegue menos oxígeno y nutrientes a las células cutáneas.
Sin importar si ya identificaste tu tipo de piel, con el cambio de estación, especialmente en otoño e invierno, la piel reduce las secreciones de sebo y la transpiración y, en consecuencia, tiene nuevas necesidades.
6 consejos para cuidar tu rostro en invierno
Son muchos los hacks de belleza que aseguran ser justo lo que tu piel necesita para verse fantástica. El uso de productos como la famosa vaselina puede ser muy atinado, pero hay que saber cómo y cuándo.
Algunos otros trucos podrían serte de gran ayuda para rehidratar y recuperar ese cutis:
Hidratar a diario. Todo tipo de piel necesita hidratación, especialmente en invierno. Las bajadas de temperatura y el viento frío producen sequedad, así que tu piel necesitará hidratación varias veces al día.
Evitar el agua caliente. No solo en esta época del año. El agua a altas temperaturas deshidrata tu piel y se lleva sus aceites naturales. Además, va a irritar y enrojecer el cutis.
Usar siempre bloqueador. Las radiaciones solares, el viento y el frío hacen que tu piel se reseque y pueda quemarse. Además, una correcta protección solar es el mejor tratamiento antienvejecimiento.
Comer y beber sanamente. Es importante aumentar el consumo de vitamina C y antioxidantes, te vas a ver y sentir mejor. Y no hay que olvidar beber un aproximado de 2 litros de agua al día, pues afecta la hidratación de la piel.
Lavar 2 veces al día. La limpieza es esencial durante cualquier época del año, hay que hacerlo dos veces al día para eliminar células muertas, grasa, suciedad y la contaminación que se haya acumulado en el cutis.
Evita los cambios bruscos de temperatura. Calentar tu casa es una buena idea, pero también debes proteger la piel cuando vas por la calle, en el trabajo o en cualquier establecimiento.