Una de las relaciones que sin duda debes fomentar con tus hijos es la que tienen con los hijos de tus hermanos. De acuerdo con diversos estudios e investigaciones, los primos son tan importantes en el desarrollo que es fundamental que exista esta relación cercana.
Forjar los lazos de los más pequeños con sus familiares de una edad similar ayudará a que estos puedan tener una relación en la que pueden recibir beneficios a largo plazo que les ayudarán a tener una niñez mucho más plena.
Te contaremos por qué los primos son tan importantes y de ahora en adelante siempre querrás dejar que se queden a jugar por más tiempo.
¿Quieres que tu hijo desarrolle varias habilidades?
La infancia es el momento ideal para fomentar la unión entre los hijos de tus hermanos y tus propios pequeños; te contamos los beneficios.
Los expertos tienen mucho qué sumar en el aspecto del desarrollo emocional, social e interpersonal de los pequeños, conoce qué dicen al respecto.
Los primos son importantes para tus hijos, este es el motivo
La principal razón por la que debes permitir esta convivencia es que además del lazo de hermanos, la unión con los primos puede ser muy fuerte y llena de complicidad; el ser “hermanos de otra madre” les ayuda a comprender valores como el respeto, la tolerancia o el apoyo mutuo.
Así también, estas primeras conexiones con sus primos favorece en el sentido de la socialización, son ellos el primer vínculo con el mundo exterior, especialmente cuando hay una diversidad de edades en su círculo social.
La amistad es otro valor que hace muy importante la convivencia de tus pequeños con los hijos de tus hermanos, así pueden conocer previamente algunas reglas o lineamientos para poder tener cercanía con otros de su edad.
También es posible exponer a los pequeños a otro tipo de crianza, formación y pensamiento por medio de esta convivencia; y es que todos los niños tienen características diferentes, por lo que las diversidad se hace presente desde sus primeros años.
La solidaridad y la empatía es algo que tampoco se debe dejar pasar de lado, principalmente porque también comienzan a entender mejor sobre la resolución de problemas; además de que pueden saber mejor cómo manejar sus emociones.