Si eres un amante de las plantas, entonces sabrás que una pesadilla constante es que tus pequeñas amigas sean atacadas por las plagas. A veces, nuestra mejor opción para defender nuestro jardín es usar pesticidas, pero ¿quién quiere todos esos químicos en su entorno? Por ello hoy te diremos cómo hacer un insecticida casero con vinagre para que tus plantas crezcan sin plaga.
Uno de los enormes retos de tener plantas en casa es que estas no se vean afectadas por plagas, ya que las más comunes suelen proliferar fácilmente, consumiendo los tallos, raíces y hojas de todo lo que encuentran.
A menudo la solución rápida y fácil es adquirir un pesticida, pero este tipo de productos ya no son muy aconsejables, pues su alta concentración de químicos puede resultar dañino para ti y para tu familia, e incluso para las mascotas del hogar.
Lo mejor es optar por preparar tu propio insecticida casero con ingredientes naturales que además de ser efectivos, también son muy baratos de hacer. Este insecticida casero con vinagre te ayudará en esta ardua tarea y salvará tu jardín de los molestos escarabajos, moscas blancas, ácaros y pulgones.
Cómo hacer tu propio insecticida casero con vinagre para librarte de las plagas
De acuerdo con los expertos en jardinería, el vinagre es uno de los mejores ingredientes para hacer un spray de control de plagas. Es eficaz para repeler hormigas, mosquitos, moscas de la fruta y muchos otros. Crear una mezcla es bastante simple y se considera seguro para humanos y mascotas.
Su acidez es lo suficientemente potente como para matar varias plagas a la vez y debe ser rociado directamente sobre el insecto para que funcione al cien por ciento.
Para preparar este potente insecticida casero de vinagre necesitarás:
- 25 ml de jabón neutro.
- 50 ml de vinagre blanco o de manzana.
- Jarra de 1 litro.
- Vaso medidor.
- Rociador.
Paso paso:
- Revisa muy bien todas las plantas que tienes para identificar cuáles son atacadas por algún tipo de plaga.
- Toma la jarra y llénala con un litro de agua, después toma el vaso medidor y agrega 25 ml de jabón neutro (el que usas para lavar los platos).
- Procede a medir 50 ml de vinagre, que puede ser blanco o de manzana, y después incorpóralo a la mezcla.
- Mezcla bien los tres ingredientes hasta que aparezca una espuma. Coloca esta mezcla dentro de un rociador.
- Esparce en las plantas un día que esté nublado, o bien al atardecer o de noche. Si lo haces en pleno rayo de sol, solo conseguirás quemar las plantas.
- Rocía cada zona afectada y deja actuar por 15 minutos.
- Pasado ese tiempo, utiliza otro rociador lleno de agua limpia y vuelve a pasar por las plantas para limpiarlas de la mezcla anterior.
- Si al cabo de un tiempo, aún sigues viendo rastros de plagas, deja pasar unos 2 o 3 días y vuelve a realizar el mismo procedimiento.