Los efectos del aire acondicionado sobre la piel son considerables en algunas personas. En otras hay un impacto moderado, pero de todos modos, se notan cambios. En general, causa resequedad.
Es indudable que durante el verano, el calor se vuelve muy incómodo. El aire acondicionado genera un ambiente más fresco y consigue ese efecto, en parte, reduciendo la humedad del entorno.
En concreto, sobre la piel se altera el manto hidrolipídico que se encuentra de forma natural. El resultado son los eccemas y las irritaciones.
Efectos del aire acondicionado sobre la piel
La exposición continua o prolongada al aire acondicionado afecta la buena salud de la piel. Esto se debe a que el pH natural cutáneo es ácido, pero cuando se expone a entornos con bajos niveles de humedad, se torna alcalino. Así, se reseca la piel y disminuyen las defensas.
El aire acondicionado afecta más a algunas personas que a otras. Los efectos más notorios se dejan ver en quienes tienen la piel seca de antemano o poseen tendencia grasa. La escasa humedad lleva a que se evapore la emulsión hidrolipídica.
El papel de esa emulsión es el de proteger la piel contra agresiones externas. Al diluirse, el cutis se vuelve más vulnerable.
En tanto no es posible prescindir del aire acondicionado en muchas ocasiones, lo indicado es preservar la piel para que este no le cause daños. ¿Cómo?
Los mejores consejos para proteger la piel contra los efectos del aire acondicionado
La mejor manera de proteger la piel contra los efectos del aire acondicionado es manteniendo una buena hidratación en el cutis y en el organismo en general. Las formas de lograrlo son las siguientes.
1. Beber agua en abundancia
Lo recomendable es beber 2 litros de agua al día. Cuando comienza a actuar el aire acondicionado se debe incrementar esa ingesta. La piel pierde humedad a cada instante y es necesario recuperarla.
El consejo es beber agua, aunque no se sienta sed. Se puede hacer con pequeños sorbos frecuentes.
También es recomendable aumentar la ingesta de algunos alimentos, como cremas frías de verduras, frutas, gazpacho y zumos naturales. Habrá mayor bienestar y la piel se verá más luminosa.
2. Aplicar crema hidratante
Otra buena idea para contener los efectos del aire acondicionado sobre la piel es la de aplicar crema hidratante de forma regular. La textura de esta debe ser ligera y fresca. De hecho, lo más aconsejable es meterla en el refrigerador y usarla después de tomar una ducha.
Se deben evitar las cremas que contengan alcohol, grasas o aceites esenciales. No es conveniente usar los productos que sean comedogénicos, ya que estos obstruyen los poros. La crema hidratante aporta resistencia y elasticidad, además de prevenir el envejecimiento prematuro.
3. Alimentación saludable
Así mismo, varios alimentos contribuyen a compensar los efectos de sequedad provocados por el aire acondicionado. Lo más indicado es consumir una dieta antioxidante, compuesta en su gran mayoría por frutas y verduras.
Son muy recomendables los frutos del bosque, las manzanas, las zanahorias, el brócoli, las alcachofas, las coliflores, la espinaca y los tomates. También se recomiendan frutos secos y lácteos, así como infusiones de té verde.
4. Lavado continuo de manos y rostro
Lavarse las manos y el rostro con frecuencia ayuda a combatir los efectos del aire acondicionado sobre la piel. Esto favorece la humectación y refuerza la higiene. Cuando la piel está limpia y humectada se ve más vital.
Evitar los jabones de perfume o tocador. En su lugar, prefiere los líquidos que contengan ácido láctico. Esto aporta suavidad y brillo a la piel. Los jabones neutros también son muy aconsejables, en especial para las pieles delicadas.
Es muy importante aprender a secarse la cara sin causarle daño al cutis. No es conveniente restregar la toalla contra el rostro, ya que esto añade una agresión adicional. Lo correcto es secarse con ligeros toques. Se tarda más, pero también es más seguro.
5. Evitar el tabaco y el alcohol
Si lo que se busca es proteger la piel de las agresiones provocadas por el aire acondicionado, fumar resulta muy contraproducente.El humo del tabaco contiene toxinas que resecan la piel.
El alcohol es otro compuesto deshidratante. No solo actúa como diurético, promoviendo la expulsión de agua del cuerpo, sino que obstaculiza la rehidratación posterior.