Una piel bella es una piel sana. Si la cuidas como el órgano que es, seguro que ha mejorado muchísimo su aspecto, sin embargo, hay un detallito que suele darnos un poco más de trabajo: que no tenga un tono uniforme. Para eso, nada como una mascarilla de maicena y leche para blanquear la piel de tu rostro.
La decoloración irregular suele ser causada por trastornos de pigmentación, proliferación de bacterias u otros microorganismos en la piel, cambios en los vasos sanguíneos y hasta inflamación de ciertas erupciones cutáneas.
Para cualquiera de esos casos o porque tienes manchitas de acné, la poderosa combinación de la maicena y de la leche será tu aliada. Si tu dermatólogo no encuentra una enfermedad relacionada con las manchas y si son inocuas, es hora de poner manos a la obra.
Cómo aplicar la mascarilla de maicena y leche para blanquear la piel de tu rostro
La maicena o almidón de maíz tiene un efecto astringente, propiedades antisépticas y limpiadoras. La leche, por su parte, tiene un poderoso efecto exfoliante, reparador, iluminador, hidratante y ayuda a la formación de colágeno, no por nada Cleopatra se bañaba en leche. Verás que juntas hacen maravillas en tu rostro.
Lo que necesitas:
- Media taza de leche
- El jugo de un limón
- Dos cucharadas de maicena
Procedimiento:
Mezcla todos los ingredientes en un bowl que no utilices para la comida y aplica esta pasta sobre tu cutis limpio. Déjala actuar por 15 minutos y aclara con agua fría. Hazlo de noche para evitar a toda costa que cualquier rayo de sol haga de las suyas debido al efecto fotosensible del limón.
Si, además, quieres suavizar tu cutis, agrega un chorrito de miel de abeja a tu mascarilla. Aplícala una vez a la semana y verás que en un mes se empezará a notar la diferencia: tu piel unificada y muy saludable.
Cuida la salud de tu piel es mejorar su aspecto.