Existe un mito en México bastante curioso al momento de hablar de las cereza, si eres extranjero, permítenos contarte y si eres mexicano, podrás recordar esta anécdota con mucha risa, pensando en los buenos tiempos de juventud y gloria. Resulta que hace un tiempo, comenzó el rumor, donde se aseguraba que cuando una persona era un buen besador, podría usar el tallo de la cereza para demostrarlo.
¿Cómo era eso posible?, bueno resulta que según tenias que hacer un nudo con esto y tan solo necesitabas de tu lengua para conseguirlo, no manos, TU LENGUA. Por supuesto, hubo quienes realmente lo consiguieron, mientras que otros, decepcionados terminaban tan solo con el tallo roto. Esta creencia fue tan popular, que traspaso fronteras y, en realidad, no estamos seguros de si fue algo que se creo en el continente americano o bien que llego exportado de Europa, pero el punto es que eso demostraba ser buen besador.
Hoy en día, podemos decir que las cerezas son de las frutas más importantes y que también suelen ser de las que divide a las personas entre las que las aman y las que las odian. Sin embargo, se ha destacado que la OMS (Organización Mundial de la Salud), la ha recomendado muchísimo por los grandes nutrientes que aporta. Precisamente por ello, el día de hoy te queremos dejar una receta realmente especial para preparar tu propia mermelada de cereza.
Mermelada de cereza
Ingredientes
2 K de
cerezas
700 g. de azúcar blanquilla (o panela o azúcar moreno)
2 hojas de gelatina neutra
Jugo de 2 limones
1 pzca de sal
Preparación
1. Deberás retirar el hueso de las cerezas.
2. Colocamos en un recipiente la cerezas con el azúcar y removemos perfectamente.
3. Dejamos reposar por 1 hora a temperatura ambiente.
4. Llevamos a una olla al fuego con la pectina y el jugo de limones. Agregamos una pizca de sal.
5. Removemos perfectamente y dejamos cocinar a fuego medio por 45 minutos.
6. Es importante remover cada 15 minutos.
7. Pasado este tiempo, notarás que ha tomado mucho más cuerpo y listo, retiramos.
8. Llevaremos a un refractario y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
9. Una vez listo, llevamos al refrigerador por un par de horas o toda la noche.
Y listo, ya puedes usar tu mermelada para lo que quieras.