Por su versatilidad, sabor e innumerables recetas, el huevo se ha convertido en uno de los alimentos de mayor consumo en la población mexicana, prepararlos para el desayuno o almuerzo se ha vuelto un elemento indispensable para el menú matutino.
Consumirlo en presentaciones como huevos cocidos, florentinos, a la mexicana, en omelette, revueltos o estrellados para acompañar los chilaquiles, son sólo algunas de las preparaciones que no faltan. Y aunque el costo de este alimento en el mercado suele ser el mismo, para algunas personas el color determina el sabor y valor nutrimental, pero ¿realmente existen diferencias nutricionales? Aquí te lo explicamos.
Comencemos por mencionar que existen dos tipos huevo: el huevo blanco y el huevo rojo o marrón. El huevo blanco, se cree que es más nutritivo, mientras que el huevo rojo, se le adjudica que tiene un cascarón más grueso. Para saber si existen diferencias nutrimentales, debemos mencionar sus características.
Grosor de cáscara. De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el grosor es determinado por la edad del ave, es decir, entre más joven esté la gallina, su huevo tendrá más gruesa la corteza.
Contenido nutrimental. El huevo es un alimento con alto contenido en proteínas, principalmente albúmina, que es la parte blanca del huevo (clara), y lípidos (yema).
En ambos casos, la clara contiene un 90% de agua y proteínas, mientras que la yema es la tercera parte del huevo, la cual contiene grasas saludables, proteínas, vitaminas y minerales, en conjunto aportan 60 calorías. Tanto el huevo blanco como el huevo rojo son igual de nutritivos, por lo que no hay diferencia, de acuerdo a la información del SIAP.
El color de la cáscara no afecta el sabor, calidad ni valor nutrimental. La única diferencia entre ambos es el color de la cáscara, ya que ésta se determina por la raza de la gallina, es decir, el huevo blanco se obtendrá de gallinas de plumaje blanco, mientras que el huevo rojo será de gallinas de plumaje marrón.