Ese guisado que comúnmente denominamos “romeritos” y es una mezcla de mole, camarón seco, papitas cambray y, claro, romeritos, en realidad se llama “revoltijo”. Hay variaciones, que, como en todo guiso mexicano, dependen del gusto y las costumbres de cada familia: hay quienes añaden nopales, tortitas de camarón y un sinfín de especias (desde la preparación del mole) que lo vuelven único en cada casa.
Hay que decirlo también: de los platillos típicos navideños es, quizás, el más polémico. Está la gente que espera todo el año para comerse unos buenos romeritos y está la gente que no los puede ver ni en pintura. Como sea, es difícil que en alguna casa falte una cazuelita de romeritos acompañando al pavo, al bacalao, a la ensalada de manzana y al resto de los sospechosos comunes.
Los romeritos son un quelite autóctono de México, en la Ciudad de México, este quelite encuentra su terreno más fértil en la zona de San Andrés Mixquic, en la alcaldía Tláhuac, y también en Xochimilco, dado que su producción depende mucho de las zonas húmedas y suelos salitrosos que le dan ese carácter fresco, verde y lleno de nutrientes al arbusto en donde nacen los romeritos. Entre ambas localidades de la capital mexicana se producen alrededor de 130 toneladas en esta época, por lo que los amantes del revoltijo pueden estar tranquilos. Habrá romeritos para todos.
Esta planta es la que se usa para preparar los tradicionales romeritos de la cena de Navidad, cuenta con un tallo fibroso que debemos separar de las hojas para poder cocinarlas adecuadamente, siendo una parte de la planta que generalmente se desecha y para hacerlo de forma rápida solo tienes que seguir este paso a paso.
Limpiar romeritos
Qué necesitarás
Romeritos crudos
Agua
Sal
Lo primero que debemos hacer es tomar nuestras ramas de quelite y con dos dedos sujetar muy fuerte la punta de la misma, después con la otra mano arrastraremos los dedos a lo largo del tallo y en sentido contrario al crecimiento de las hojas. arrancándolas en el proceso. esto nos dejará con un tallo limpio que desecharemos y con las hojas que deberemos lavar y cocinar.
Antes de agregarlas a nuestro romeritos, le daremos una cocción rápida a las hojas para limpiarlas y obtener la textura correcta de este ingrediente. Una vez que las has separado del tallo, elimina las hojas húmedas pues solo buscamos los ejemplares firmes y frescos, agrégalas a una olla con una pizca de sal y suficiente agua para cubrirlas, cocina por 10 minutos con tapa y al terminar cuela los romeritos, que estarán listos para usar.