Los clásicos bollitos rellenos de queso son una delicia que puedes preparar fácilmente en casa y para ello solamente debes de seguir la receta que aquí te vamos a dejar, un pan fácil de preparar y que, aunque lleva su tiempo, vale totalmente la pena, así que si quieres acompañar la comida con un rico pan esponjoso y lleno de sabor, no hay mejor opción que esta.
Para el relleno de estos ricos panes utilizaremos queso crema, una opción que le da un centro bastante rico a nuestros bollos, no obstante lo puedes sustituir fácilmente por otras opciones, incluso aquellas variedades de queso que se derriten fácilmente, ya que al hornear nos darán una textura completamente diferente y un sabor increíble. Así que no dudes en jugar con la combinación de ingredientes y prepara los bollos con tu estilo personal.
Panes rellenos de queso
Ingredientes
8 gramos de Levadura instantánea
150 mililitros de Leche tibia
350 gramos de Harina
1 pizca de Sal
180 gramos de Queso crema
90 gramos de Mantequilla derretida
1 Huevo
1 Yema de huevo
Procedimiento
Mezcla la levadura con la leche, una cucharada de azúcar y una cucharada de harina
Crea una fuente en tu mesa de trabajo con la harina, el azúcar, la mantequilla, el huevo y la sal
Integra todos estos ingredientes juntos
Agrega la levadura ya fermentada y amasa hasta lograr una masa lisa y elástica
Coloca tu masa en un tazón y cubre con un paño húmedo
Cuando haya doblado su tamaño, saca el gas de la masa y divide en esferas pequeñas
Trabaja cada una de las esferas, extiende un poco y coloca un trozo de queso dentro
Cubre el queso con la masa y bolea tus bollos para darle forma esférica
Coloca cada pieza en una charola con un poco de harina y deja que aumenten ligeramente de tamaño
Pinta la superficie de los bollos con yema y lleva a hornear a 180° grados por 40 minutos
Para una mejor fermentación de la masa deberás agregar la leche tibia, evita que esté demasiado caliente o demasiado fría para que la levadura funcione correctamente. También puedes agregar elementos de sabor por encima del bollo una vez que los hayas pintado con yema, como ajonjolí, orégano o sal para darles un toque diferente.