¿Quién entre nosotros no ha sentido el punzante dolor del desamor? Todos hemos experimentado esas mariposas revoloteando en nuestro estómago al enamorarnos, solo para luego preguntarnos por qué terminamos, jurando que nunca volveremos a caer en las garras del amor. Pero aquí entre nosotros, el amor se disfruta en todas sus formas, incluso el desamor tiene su encanto. Celebramos el día del amor y la amistad, entonces, ¿por qué no uno dedicado al desamor? El 29 de julio marca el Día Internacional del Mal de Amores y aquí te daremos algunos consejos sobre cómo pasar este día.
Las melodías del amor y el desamor han llenado nuestros oídos durante siglos; películas, libros, poemas y cartas también han explorado estas emociones intensas. El dolor que nos invade cuando nos rompen el corazón es tan universal que, a principios de 2010, en pleno auge de las redes sociales, se propuso un día para conmemorar este famoso mal de amores. Aunque la razón exacta para la elección de esta fecha sigue siendo un misterio, cada 29 de julio se celebra desde entonces como el Día Internacional del Mal de Amores.
Entonces, ¿qué es realmente el mal de amores? Es la sensación de sufrimiento físico, mental y emocional que sentimos cuando creemos que no existe la pareja perfecta, la relación ideal. Es una respuesta común a la decepción de no cumplir con nuestras expectativas y esperanzas. Según los expertos, este sentimiento desencadena una serie de emociones y procesos bioquímicos en nuestro cuerpo, como angustia, frustración, ira, tristeza, depresión, irritabilidad y cambios en el peso.
¿Y qué puedes hacer al respecto? Primero, trata de entender la situación y recuerda que eres digna de amor. Si has terminado una relación recientemente, lo más sano es darte tiempo para llorar y evitar cualquier contacto con tu ex pareja, incluso hablar de ella. Evita los conflictos y mantén a raya los pensamientos y emociones negativas. Mantén tu mente y tu cuerpo activos, y no temas expresar tus emociones. Llora, ríe, grita, enójate si es necesario. Pero recuerda que las emociones son simplemente visitantes en tu mente, déjalas pasar. Compartir tus pensamientos y emociones con amigos, familiares o un terapeuta puede ser un excelente alivio.
Una vez que hayas superado el dolor, verás que el mal de amores es temporal. Todo cambia, nada es permanente. Disfruta el momento, vive el presente y ten la certeza de que, no importa la situación, pasará y todo caerá en su lugar. Y por muy cliché que suene, confía y no le cierres la puerta al amor. Después de todo, el amor se disfruta en todas sus formas, incluso en el desamor.