La vitamina D, fundamental para la salud ósea y diversas funciones celulares, es un nutriente esencial que el cuerpo requiere. Facilita la absorción del calcio, elemento clave en la formación de huesos. Pero, ¿sabías que no se encuentra naturalmente en muchos alimentos?
Aunque la luz solar puede ser una fuente, permitiendo a nuestro cuerpo producir vitamina D cuando incide directamente en nuestra piel, varios factores como la hora del día, estación, latitud y pigmentación de la piel pueden influir en la cantidad producida. En algunos lugares, la producción puede ser mínima o nula en invierno. Por ello, para muchos, la alimentación se convierte en la principal fuente de este nutriente.
¿Qué alimentos son ricos en vitamina D?
Aquí te dejamos una lista de recomendaciones para incorporar a tu dieta:
Leche fortificada: Una opción común y fácil de incluir.
Cereales fortificados: Perfecto para iniciar el día con un buen desayuno.
Pescado graso: Son una excelente fuente, y entre ellos destacan:Salmón
Sardinas
Caballa: Aunque es menos conocida, es oriunda del Océano Atlántico y puede aportar cantidades significativas de vitamina D.
Estos alimentos no solo aportan vitamina D, sino que también pueden ser parte esencial de recetas deliciosas y nutritivas.
Recomendaciones de consumo Si te preguntas cuánta vitamina D necesitas, según la Clínica Mayo:
Niños de hasta 12 meses: 400 unidades internacionales (UI).
Personas de 1 a 70 años: 600 UI.
Mayores de 70 años: 800 UI.
Además, considera la opción de multivitamínicos con vitamina D para complementar tu ingesta y mejorar la salud ósea.
Recuerda, es esencial mantener un equilibrio adecuado de vitamina D para asegurar un buen bienestar. ¡Incorpora estos alimentos en tu dieta y cuida tu salud!