El emblemático municipio de Pijijiapan, en Chiapas, conocido por producir uno de los quesos más exquisitos de México, ha dejado su huella en el mundo. Esta localidad logró inscribir su nombre en el Récord Guinness al elaborar la bola de queso tipo hebra más grande, una variedad gastronómica localmente llamada "quesillo".

Carlos Alberto Albores Lima, líder municipal, expresó con orgullo tras alcanzar el objetivo: "Aquí las bacterias conspiran a favor de los productores de quesos de Pijijiapan”.

Este hito fue logrado en el cuarto intento. Un dedicado equipo de más de 80 trabajadores, respaldado por 10 empresas lácteas, invirtió tres horas en enrollar 558 kilos de este queso, estableciendo un impresionante nuevo récord mundial.

La emoción fue palpable entre los asistentes, que en medio de aplausos y gritos de "¡Sí se puede!", esperaban ansiosamente los resultados del pesaje oficial. Esta hazaña representó un momento histórico para los locales, muchos de los cuales experimentaban una emoción como esta por primera vez.

El representante del Récord Guinness supervisó el proceso, asegurándose de que se cumplieran todas las normas estipuladas. Tras confirmar la hazaña, el reconocimiento oficial fue otorgado al presidente municipal, quien luego tuvo el honor de compartir una porción del delicioso queso con los presentes.

Este evento, ampliamente difundido en redes sociales y medios nacionales, atrajo la atención de influencers y entusiastas del queso de todo el país, poniendo a Pijijiapan en el mapa como un bastión de la tradición quesera mexicana.

Victoria Gómez González, una orgullosa residente local, reflejó el sentir de la comunidad: “Sabíamos que íbamos a ganar; después de todo, contamos con las mejores queserías. Soy vecina de una de ellas y siempre he apoyado su labor".

Este logro no solo celebra el esfuerzo colectivo de Pijijiapan, sino que también rinde homenaje a una tradición quesera que ha pasado de generación en generación durante siglos en esta parte de México.