Año tras año, los abrigos se consolidan como la prenda estrella del otoño, brindando la protección necesaria para enfrentar el clima cambiante característico de esta estación y el invierno, sin sacrificar ni un ápice de estilo. Pero lo cierto es que su utilidad va más allá de estos meses fríos, convirtiéndose en un must-have para aquellos que buscan estar siempre preparados, sin importar la temperatura.

¿Por qué los abrigos son un must-have del otoño?

Los abrigos, con su diseño largo y tejidos térmicos, son perfectos para mantener nuestra temperatura corporal durante las estaciones frías. Pero, contrario a lo que se podría pensar, su utilidad no se limita únicamente al otoño e invierno. En regiones donde el clima es impredecible, un buen abrigo puede ser nuestro mejor aliado en cualquier época del año. Así que, si aún no tienes uno (o varios) en tu armario, es hora de ir de compras.

¿Qué tipo de abrigos deberías tener en tu guardarropa?

Cuando se trata de elegir un abrigo, no hay una opción única que se lleve el título de "la prenda perfecta". Dependerá de diversos factores como el clima de tu localidad y tus preferencias personales en cuanto a color y material.

Una buena alternativa es optar por un abrigo de grosor medio que se adapte tanto a los días más fríos del otoño como a esos días lluviosos de mitad de año. Busca siluetas un poco más holgadas que te permitan jugar con las capas, intercambiando piezas según la temperatura.

En cuanto al color, lo ideal es optar por tonos neutros que se integren armoniosamente con el resto de tu guardarropa y no te encasillen en una estación específica. Algunas opciones que siempre son un acierto son los abrigos en rosa, azul cielo, lavanda y camel.