La Navidad está a la vuelta de la esquina, y con ella llega el frío, un perfecto pretexto para disfrutar de sabores que reconfortan el alma. En estos días donde las temperaturas bajan, ¿qué mejor manera de calentarse que con una deliciosa bebida casera? Hoy te proponemos un clásico renovado: el chocolate caliente con malvaviscos.
El chocolate caliente es una preparación sencilla, pero sumamente satisfactoria. Es esa bebida que nos remonta a momentos de calidez y nos envuelve en un abrazo dulce y reconfortante. Y para darle un giro a esta tradicional bebida, los malvaviscos aparecen como protagonistas, aportando una textura suave y un dulzor que se funde perfectamente con el cacao.
Imagina una tarde fría, quizás viendo caer la nieve o simplemente disfrutando de la tranquilidad de tu hogar. Tienes en tus manos una taza de chocolate caliente, coronada con malvaviscos que se derriten lentamente, creando una combinación irresistible. Esta sencilla pero deliciosa bebida es perfecta para disfrutar en el desayuno, para empezar el día con energía y dulzura, o como merienda, ese momento de pausa en el que te regalas un instante de placer.
Para acompañar tu taza de chocolate caliente, te sugerimos un bizcocho casero o unas galletas de temporada. Estas sencillas pero deliciosas opciones complementarán a la perfección tu experiencia, creando un momento de disfrute completo. Imagina cada sorbo acompañado de un bocado crujiente, una combinación de sabores y texturas que harán de tu merienda un momento inolvidable.
Así que ya lo sabes, esta temporada de frío, dale un giro a tus tardes con un chocolate caliente con malvaviscos. Una bebida que, sin duda, te hará olvidar el frío y te llenará de calor y dulzura.
Chocolate con malvaviscos
Ingredientes
1.5 l de leche
120 gr de chocolate semi amargo
Malvaviscos pequeños
1 rajita de canela
1 cda de esencia de vainilla
½ lata de leche condensada
Preparación
En una olla añade la leche la leche, la canela y la barra de chocolate semiamargo, también puedes usar chocolate en polvo. mezcla muy bien hasta que el chocolate se haya integrado por completo.
Mantén la flama baja y añade esencia de vainilla junto con leche condensada, revuelve nuevamente.
Antes de que la preparación comience a hervir, con ayuda de un molinillo revuelve para que se forme la espuma.
Cuando el chocolate haya espesado es tiempo de retirarlo de la estufa.
Sirve en una taza y añade mini malvaviscos.
Bebe al momento.