En conmemoración al Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, es crucial abordar este tema con empatía y comprensión. La depresión, una enfermedad mental que afecta a millones de personas, a menudo está rodeada de mitos que contribuyen a la falta de comprensión y estigmatización. Aquí te presentamos siete mitos sobre la depresión que es esencial desterrar.

1. La depresión no es igual que estar triste:

La tristeza es una emoción normal, pero la depresión va más allá de sentirse triste momentáneamente. Con síntomas continuos a lo largo del tiempo, la depresión involucra cambios en el estado de ánimo, comportamiento y pensamientos, manifestándose de manera más compleja que la tristeza ocasional.

2. La depresión no existe, solo es flojera:

Este mito común malinterpreta la naturaleza de la depresión. No se trata de flojera, sino de una enfermedad mental incapacitante que afecta la capacidad de llevar a cabo actividades diarias. Los pacientes con depresión enfrentan dificultades para realizar tareas normales, y el simple acto de levantarse de la cama puede representar un desafío monumental.

3. La depresión no es una enfermedad:

Contrario a la creencia popular, la depresión es una enfermedad real que afecta tanto la salud mental como física. Puede tener consecuencias físicas y contribuir al desarrollo de otras enfermedades. La comparación con enfermedades físicas como la gripe destaca la seriedad de la depresión.

4. La depresión se cura haciendo actividades recreativas:

Aunque las actividades recreativas pueden ser beneficiosas para mejorar el estado de ánimo, la depresión no se resuelve mágicamente con ellas. La complejidad de las causas de la depresión, incluidos factores genéticos y procesos cerebrales, requiere intervención profesional y tratamiento específico.

5. La depresión es contagiosa:

La depresión no es contagiosa como un virus. Rodearse de personas que la padecen no implica que se desarrollará en otros. Comprender los síntomas y apoyar a quienes sufren depresión puede ser educativo, pero no conduce a la transmisión de la enfermedad.

6. Las infancias no padecen depresión:

La depresión no discrimina por edad. Niños y adolescentes pueden experimentar esta enfermedad, y su identificación puede ser más desafiante. La prevalencia de la depresión en edades tempranas ha aumentado, subrayando la importancia de la atención y el apoyo adecuados.

7. Todas las pacientes sufren los mismos síntomas:

La depresión se manifiesta de manera única en cada individuo. Síntomas como irritabilidad, insomnio o autolesiones varían en intensidad y frecuencia. Evitar juzgar a alguien por su apariencia externa es esencial, ya que la depresión puede estar presente sin manifestar signos evidentes.

Erradicar estos mitos es crucial para fomentar la comprensión y empatía hacia aquellos que enfrentan la depresión. En lugar de perpetuar estigmas, eduquémonos sobre esta enfermedad y brindemos apoyo a quienes lo necesitan. El primer paso hacia la erradicación de la depresión comienza con la desmitificación y el entendimiento.