Ser reconocidas profesionalmente puede ser un reto en muchos sentidos. No solo se trata de hacer un buen trabajo y esperar a que las personas adecuadas nos pongan una estrellita en la frente. Por eso, hoy te contamos qué es el síndrome de la tiara en el trabajo y por qué debemos combatirlo.
Quizá en más de una ocasión has sentido que has hecho un buen trabajo y has esperado un elogio en vano. Muchas mujeres se han quedado sin avanzar en sus carreras por esta razón y esto puede ser un problema causado por el llamado síndrome de la tiara.
¿Qué es el síndrome de la tiara en el trabajo?
El síndrome de la tiara es un término acuñado por Carol Frohlinger y Deborah Kolb, las fundadoras de la empresa Negotiating Women, Inc. Como indica el portal Thinking Choices, este síndrome se le atribuye a una persona que mantiene la cabeza gacha y hace un buen trabajo a la espera de un reconocimiento especial. Se le relaciona directamente con el acto de poner una tiara en la cabeza como se le haría a las princesas.
No es que hacer un buen trabajo esté mal, no se trata de eso. El término de este “síndrome” se refiere a personas que no toman acción más allá para buscar un ascenso, un mejor puesto o un mejor empleo. Esto sucede en una sociedad que incentiva en las mujeres la idea de no quejarse, dar el mejor esfuerzo sin exigir a cambio y “no dar molestias”.
Si bien algunos espacios laborales intentan terminar con la brecha de género, las mujeres no suelen recibir un trato equitativo por su trabajo. Las mujeres, según Negotiating Women, Inc., tienen que negociar salarios, aumentos y ascensos con mayor frecuencia que los hombres.
“Es ingenuo pensar que ofrecer excelentes resultados es todo lo que se necesita para tener éxito en el lugar de trabajo… El hecho es que las mujeres tienen que negociar cosas que sus colegas masculinos a menudo dan por sentado”, se menciona en Negotiating Women, Inc.
Daily Mail menciona que se deben tener precauciones con este síndrome, ya que se le puede confundir fácilmente. Generalmente, podría parecerse a un síndrome de inseguridad profesional y del impostor.
¿Cómo ‘olvidar la tiara’?
Si crees que puedes identificarte con este síndrome, puedes hacer pequeños ajustes que potencien tu desarrollo laboral. Evaluar donde te encuentras profesionalmente y a dónde quieres llegar es un paso importante que debes tomar en cuenta para avanzar, así como lo siguiente.
1. Pedir retroalimentación
Una estrategia para avanzar puede encontrarte con tu superior. Puedes consultar tu desempeño laboral y con su ayuda buscar establecer metas y objetivos que te permitan avanzar. Acepta las críticas para trabajar en ellas. Crear fortalezas a partir de este punto será clave en el futuro.
2. Establecer objetivos claros
Se necesitan establecer objetivos claros que se puedan cumplir mediante una planeación sencilla y que permita ver los resultados constantemente. Asegurarte de que vas por el camino correcto es indispensable pues, al cumplirlos, tus oportunidades laborales podrían verse recompensadas. Apegarse a una estrategia resultará en una optimización de tiempos y actividades.
3. Tutoría profesional
Puede que necesites una guía profesional, alguien que te ayude a centrarte en tu crecimiento. De acuerdo con datos de Daily Mail, por medio de una encuesta a mujeres en Reino Unido se determinó que el 63% de ellas nunca ha tenido un mentor o una tutoría laboral, que puede ser un factor determinante para el crecimiento profesional.
Existen muchos cursos y herramientas en línea que pueden encaminar tus esfuerzos.
4. Promociona tu trabajo
Promover tus logros profesionales es importante para ganar confianza en ti misma. Si no te sientes cómoda con la idea de realizarlo, al principio puedes buscar promover los trabajos colaborativos en los que participas. Lo que se busca es reforzar una imagen de proactividad en el equipo para hacerte destacar.
Combatir el síndrome de la tiara en el trabajo es esencial para el crecimiento profesional de muchas mujeres. Reconocer este síndrome y tomar medidas activas para superarlo puede marcar una gran diferencia en tu carrera. ¡Atrévete a reclamar el reconocimiento que mereces!