La lengua de suegra, o sansevieria, es una planta fácil de cuidar, pero puede enfrentar problemas en sus hojas, como puntas quemadas, manchas, pérdida de fortaleza, secado o pudrición.
Si tu planta presenta alguno de estos problemas, no te preocupes. Aquí tienes algunos consejos para mantener tu lengua de suegra en perfecto estado.
Riega adecuadamente
El riego es esencial para que la lengua de suegra se mantenga sana. Aunque es una suculenta, necesita agua suficiente para evitar que sus hojas se dañen.
Sin embargo, el exceso de agua puede causar pudrición y deficiencias en las hojas. Riega solo cuando el sustrato esté completamente seco.
Procura un buen drenaje
Para evitar el exceso de agua, es importante que el sustrato de la lengua de suegra tenga un buen drenaje y esté bien aireado.
La sansevieria es muy sensible al exceso de humedad, por lo que el drenaje adecuado es crucial para su desarrollo.
Suministra suficiente luz
La lengua de suegra se adapta bien tanto en interiores como en exteriores. Si la tienes dentro de casa, asegúrate de que reciba suficiente luz solar y buena iluminación para que crezca correctamente.
Sin la luz adecuada, las hojas perderán fuerza y la planta tendrá dificultades para crecer.
Usa las hojas dañadas
Las hojas dañadas pueden rescatarse y convertirse en nuevas plantas. Retira la hoja completa y plántala en un sustrato adecuado en otro recipiente.
Después de unas semanas, tendrás un hijuelo nuevo que podrás cultivar como una planta independiente.
Sigue estos consejos y mantén tu lengua de suegra saludable y hermosa.