La avena, comúnmente conocida por sus beneficios en la cocina, también puede ser un excelente fertilizante natural para tus plantas. Este método sencillo y ecológico enriquece el suelo con nutrientes esenciales, ayudando al crecimiento saludable de tus plantas.
Beneficios de la avena como fertilizante
La avena es rica en fósforo, potasio y una cantidad moderada de nitrógeno, minerales clave para fortalecer las raíces, mejorar la floración y estimular el desarrollo general de las plantas. Además, contribuye a mejorar la estructura del suelo, facilitando la retención de humedad y creando un entorno óptimo para las raíces.
Métodos para usar avena en el jardín
Harina de avena como fertilizante líquido
Ingredientes: 1 taza de harina de avena y 5 litros de agua.
Procedimiento:-Disuelve la harina de avena en los 5 litros de agua, mezclando bien para evitar grumos.
-Deja reposar la mezcla durante 24 horas para que la avena libere sus nutrientes.
-Agita la mezcla, cuela el líquido y aplícalo directamente sobre el suelo alrededor de las plantas.
Este fertilizante líquido es ideal tanto para plantas de interior como de exterior, proporcionando una rápida dosis de nutrientes.Avena entera como enmienda del suelo
Procedimiento:
-Esparce avena entera cruda alrededor de la base de las plantas, asegurando una capa uniforme.
-Mezcla ligeramente la avena con la capa superficial del suelo.
-Riega el área para activar la liberación de nutrientes.
Este método proporciona una liberación lenta y constante de nutrientes, ideal para plantas de crecimiento prolongado.