El consumo excesivo de alcohol está asociado con graves problemas de salud, incluyendo enfermedades cardíacas, hepáticas y trastornos mentales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, el abuso del alcohol puede generar consecuencias sociales como conflictos familiares, problemas laborales y pérdida de empleo.
Aunque algunos estudios sugieren que el consumo moderado de cerveza puede tener beneficios, como la mejora cardiovascular y de salud ósea, no todos pueden disfrutar de esta bebida. La cerveza no es recomendable para ciertos grupos, incluyendo:
- Mujeres embarazadas: El alcohol puede interferir en el desarrollo del feto.
- Personas con alcoholismo: El consumo de cualquier bebida alcohólica puede afectar gravemente la salud hepática.
- Pacientes bajo ciertos tratamientos médicos: Aquellos que consumen antidepresivos, analgésicos o medicamentos para la diabetes deben consultar a un médico antes de consumir cerveza.
- Menores de edad: El alcohol puede afectar su desarrollo físico y mental.
El consumo responsable y moderado de alcohol es clave para evitar riesgos, pero es fundamental conocer cuándo y quiénes deben abstenerse de beber.