¿Quieres preparar bacalao para estas fiestas pero no tienes idea como quitarle lo salado?, nosotros te decimos como.
El bacalao noruego es un clásico de las cenas navideñas, pero debido a su proceso de conservación en sal, es necesario quitarle la sal antes de prepararlo. Si no lo haces correctamente, el pescado puede quedar demasiado salado. A continuación, te explicamos cómo limpiar el bacalao de manera efectiva, para que puedas disfrutar de un platillo delicioso y equilibrado en sabor. Al ser un pescado semi deshidratado que se conserva cubierto con sal para evitar la proliferación de bacterias y microorganismos. Aunque este método asegura su durabilidad, es esencial eliminar la sal antes de usarlo en la cocina. Este proceso lleva varios días, por lo que es importante planificar con anticipación para que tu bacalao esté listo a tiempo para la cena de Navidad.
Pasos para limpiar el bacalao noruego:
Primer remojo (24 horas):
- Llena un recipiente grande con agua fría y agrega hielo. Asegúrate de que el recipiente sea lo suficientemente grande para acomodar todo el bacalao.
- Coloca el bacalao en el agua, asegurándote de que quede completamente cubierto.
- Refrigera el pescado durante 24 horas. Durante este tiempo, la sal comenzará a disolverse en el agua.
Segundo remojo (24 horas):
- Después de 24 horas, retira el bacalao del agua y desecha el agua salada. Ten cuidado de no deshacer el pescado durante este paso.
- Prepara una nueva mezcla de agua fría con hielo. Si prefieres, puedes usar agua directamente del refrigerador para ahorrar tiempo y evitar tener que enfriar el agua.
- Vuelve a sumergir el bacalao en el agua limpia y deja reposar nuevamente durante 24 horas en el refrigerador.
Tercer remojo (24 horas):
- Repite el proceso con agua limpia una vez más. Este tercer remojo es crucial para asegurarse de que la sal se haya eliminado completamente del pescado.
- Deja reposar el bacalao en el agua durante 24 horas más.
Limpieza final:
- Después de completar los tres días de remojo, retira el bacalao del agua y sécalo cuidadosamente con papel absorbente. Notarás que el pescado se ha rehidratado, y la textura será más suave.
- Prueba una pequeña porción para asegurarte de que el sabor a sal ha disminuido considerablemente. Si es necesario, puedes repetir el proceso de remojo por un día más.
- Finalmente, procede a quitar las espinas del bacalao y estará listo para utilizar en tus platillos navideños.
Con estos sencillos pasos, tendrás un bacalao perfectamente limpio y listo para disfrutar en tus preparaciones navideñas, ya sea en ensaladas, guisos o como parte de los tradicionales platillos de Navidad.