El próximo 21 de diciembre de 2024 marca el inicio del invierno en el hemisferio norte con el solsticio de invierno. Este fenómeno, que da paso a la temporada más fría del año, es clave para entender cómo funcionan las estaciones, pero muchas personas confunden el solsticio con el equinoccio. Aquí te explicamos las diferencias.

Cada año ocurren dos solsticios y dos equinoccios. Los solsticios, de invierno y verano, corresponden a los extremos de la órbita elíptica de la Tierra. El solsticio de invierno, que ocurre el 21 de diciembre, es el día con la noche más larga del año, mientras que el solsticio de verano, en junio, tiene el día más largo.

Por su parte, los equinoccios ocurren cuando la Tierra llega a los extremos del eje menor de su órbita, y son los días en que el día y la noche tienen la misma duración. Estos se dan en marzo (equinoccio de primavera) y septiembre (equinoccio de otoño).

Desde el equinoccio de primavera hasta el solsticio de verano, las horas de luz aumentan progresivamente, mientras que desde el solsticio de verano hasta el equinoccio de otoño, la luz disminuye. Al llegar al solsticio de invierno, la noche alcanza su máxima duración.

Es importante recordar que las estaciones son opuestas en los hemisferios norte y sur. Mientras en el norte el 21 de diciembre marca el inicio del invierno, en el sur es el inicio del verano.

Ahora que sabes cómo se producen estos fenómenos astronómicos, ¡prepárate para disfrutar del invierno!