El ponche, una bebida tradicional de las fiestas navideñas en México, no solo es un delicioso y reconfortante acompañante, sino que tiene un origen sorprendente.
Originalmente, esta bebida se llamaba ‘pañc’, que significa "cinco", porque contenía cinco ingredientes básicos: alcohol, agua, azúcar, limón y té.
Este brebaje viajó a Europa gracias a las expediciones de la Compañía Británica de las Indias Orientales y, posteriormente, se difundió en las colonias británicas en América y por España en sus dominios tras la Conquista.
En México, el ponche se disfruta especialmente entre noviembre y enero, con una receta tradicional que incluye caña, ciruela pasa, manzana, canela, tamarindo, tejocote, guayaba y piloncillo, y, en algunas variaciones, mandarina y flor de Jamaica.
Además de su delicioso sabor, el ponche tiene varios beneficios para la salud. Gracias a sus ingredientes, como la guayaba, el ponche es una excelente fuente de vitamina C, que ayuda a prevenir resfriados.
También aporta fibra, gracias a la manzana, el tamarindo y la ciruela pasa, lo que ayuda a mantener el sistema digestivo en buen estado.
El tejocote y la canela pueden ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, mientras que la flor de Jamaica es buena para desintoxicar el cuerpo y controlar el colesterol.
Aunque el ponche tiene muchas propiedades, es importante no abusar del azúcar o piloncillo, ya que las frutas y la caña de azúcar ya le dan suficiente dulzura.
Además, es recomendable tomarlo con moderación, ya que una porción de ponche puede tener entre 150 y 300 calorías, dependiendo de los ingredientes adicionales.