El hielo no solo es útil para tratar golpes o inflamaciones, sino que también se ha convertido en un aliado para el cuidado de la piel. Lori Scarso, esteticista de la Clínica Cleveland en Estados Unidos, explica cómo aplicarlo de manera segura y cuáles son sus principales beneficios faciales.
Beneficios del hielo en la piel
Reduce la hinchazón: El frío ayuda a drenar el exceso de líquidos del sistema linfático, disminuyendo la inflamación facial, especialmente después de una mala noche de sueño o excesos.
Disminuye las bolsas bajo los ojos: Aplicar hielo suavemente en esta zona puede liberar la acumulación de líquidos y toxinas, aunque no es efectivo si las bolsas son de origen genético.
Ilumina la tez: El hielo contrae los vasos sanguíneos, reduciendo la apariencia de poros y arrugas, lo que da un aspecto más radiante y rejuvenecido.
Económico y práctico: No se necesitan productos especiales ni dispositivos, solo hielo y un paño, lo que lo convierte en una opción accesible para realizarlo en casa.
¿Cómo aplicarlo correctamente?
Te recomendamos seguir estos pasos para evitar irritaciones:
Nunca aplicar el hielo directamente sobre la piel. Envuélvelo en un paño delgado.
Masajea suavemente en movimientos circulares por zonas como las mejillas, frente, mandíbula y alrededor de la boca.
No mantener el hielo en un solo lugar por mucho tiempo.
Usarlo máximo una vez al día.
¿Quién debe evitarlo?
Aunque es seguro para la mayoría, no se recomienda en casos de:
Piel delgada o sensible, ya que puede causar irritación.
Capilares rotos, pues el frío podría empeorar su apariencia.
Recuperación de procedimientos faciales como cirugías, láseres o peelings.
El hielo es una opción sencilla y efectiva para mejorar la apariencia de la piel, siempre que se use con precaución. ¡Anímate a probarlo y disfruta de sus beneficios!