El cabello blanco, antes visto como un signo del envejecimiento, ha dejado de ser un tabú. Ahora, las canas son vistas como un reflejo natural del paso del tiempo y una opción de belleza para muchos. Sin embargo, para quienes prefieren disimularlas sin recurrir a los tintes tradicionales, los barros se presentan como la opción ideal.
Los barros, una coloración natural basada en plantas, no contienen químicos agresivos como el amoníaco o los oxidantes, lo que los convierte en una alternativa suave para el cabello. Según Eva Villar, experta en belleza, los barros fortalecen el cabello, mejoran su grosor, brillo y salud a largo plazo, además de ofrecer una cobertura más natural y personalizada según el porcentaje de canas y la base del cabello de cada persona.
José Sánchez, experto capilar, destaca que los barros, además de teñir, mejoran la textura del cabello, engrosándolo y ayudando a definir rizos sin resecar. También regulan problemas del cuero cabelludo, como la caspa y la grasa.
A diferencia de los tintes convencionales, los barros no alteran el color natural del cabello y no dejan un marcado "efecto raíz", ya que solo pigmentan las canas.
Este tratamiento es sencillo de aplicar, y su duración depende del tipo de cabello, pero por lo general, la raíz puede durar entre cuatro y seis semanas. Son ideales para cabellos finos, ya que aportan cuerpo y para melenas rizadas, al definir los rizos sin dañarlos.
Para quienes buscan una alternativa más saludable y natural, los barros son la mejor opción. Sin embargo, si se busca una cobertura total o un cambio drástico de color, los tintes convencionales siguen siendo la opción más efectiva.