El arte mexicano se ha enriquecido con la presencia de grandes exponentes en diversas disciplinas, y la escultura no es la excepción. A lo largo de la historia, varias mujeres han dedicado su talento y creatividad a la creación de esculturas impresionantes, muchas de las cuales han alcanzado reconocimiento internacional. A continuación, te presentamos a cinco escultoras mexicanas cuya obra ha dejado una marca imborrable en el mundo del arte.
Helen Escobedo
Nacida en Ciudad de México en 1934, Helen Escobedo es una de las escultoras más destacadas del país. Su trabajo se caracteriza por la creación de esculturas monumentales que transforman el paisaje urbano. Fue alumna de reconocidos maestros como Germán Cueto y Leon Underwood, y su obra combina materiales naturales e industriales.
Entre sus creaciones más notables está “Puertas al viento”, una escultura realizada para la Ruta de la Amistad en los Juegos Olímpicos de 1968, así como “Coatl”, una serie de marcos cuadrados de acero que forman parte del Paseo de las Esculturas de Ciudad Universitaria.
Ángela Gurría
Originaria de Ciudad de México, Ángela Gurría nació en 1929 y comenzó su carrera en las artes plásticas tras estudiar Letras Hispánicas en la UNAM. Fue pionera en el abstraccionismo escultórico y se convirtió en la primera mujer miembro de la Academia de las Artes de México en 1973.
Su obra “Señales”, creada para la Ruta de la Amistad, es una de sus piezas más icónicas y refleja su interés por las causas sociales y los derechos de las clases trabajadoras.
Águeda Lozano
Nacida en Chihuahua en 1944, Águeda Lozano ha llevado el arte escultórico a un nivel abstracto innovador. Estudiosa de las artes plásticas en la Universidad Autónoma de Nuevo León, ha creado piezas monumentales que han impactado a nivel nacional e internacional.
En 1986, fabricó “La lanza de San Gerónimo”, la primera escultura en acero inoxidable de la Ciudad de México. En 2006, su escultura “Tierra de México en Tierra de Francia” fue instalada en la Plaza de México en París, convirtiéndola en la primera escultora mexicana en tener una obra en dicha ciudad.
Yvonne Domenge
Con un estilo muy particular, Yvonne Domenge nació en Ciudad de México en 1946 y estudó artes plásticas en su ciudad natal, complementando su formación en Montreal y Washington D.C. Su obra se distingue por sus formas esferas y ha sido colocada en instituciones importantes como la Universidad Autónoma Metropolitana y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares.
En 2010, participó en la celebración del primer centenario de la UNAM con una escultura inspirada en la influenza A H1N1, la cual se encuentra en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la universidad.
Geles Cabrera
Considerada pionera de la escultura contemporánea en México, Geles Cabrera nació en 1926 en Ciudad de México. Desde muy joven, destacó en el arte escultórico y se convirtió en la primera mexicana en exponer su obra fuera del país a los 22 años.
Estudió en la Academia de San Carlos, en “La Esmeralda” y en la Academia de San Alejandro en Cuba. En 1949, fundó el Salón de la Plástica Mexicana, un espacio que hasta la fecha sigue promoviendo el arte contemporáneo en la Colonia Roma. Su obra, influenciada por el arte prehispánico, se enfoca en la figura humana con un enfoque abstracto.
Legado Escultórico
Las obras de estas cinco escultoras mexicanas han dejado una huella imborrable en el mundo del arte. Su creatividad, innovación y compromiso con la expresión plástica han servido de inspiración para nuevas generaciones de artistas, consolidando a México como un referente en la escultura a nivel mundial.