La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, afectando tanto la salud física como mental. Detectar los síntomas a tiempo es clave para evitar consecuencias graves como alteraciones físicas y cognitivas.
Síntomas comunes de deshidratación:
- Mal aliento: La falta de saliva favorece el crecimiento bacteriano en la boca.
- Piel seca y pérdida de elasticidad: La deshidratación reduce la suavidad y elasticidad de la piel.
- Calambres musculares: El desequilibrio de electrolitos puede provocar calambres, especialmente al hacer ejercicio en climas cálidos.
- Dolores de cabeza y niebla mental: La falta de agua afecta la circulación sanguínea y la oxigenación cerebral.
- Orina oscura: El color oscuro de la orina indica que el cuerpo no está recibiendo suficiente agua.
Causas de la deshidratación:
- Temperaturas extremas: El calor aumenta la sudoración y la pérdida de líquidos.
- Actividad física intensa: El ejercicio en climas cálidos puede deshidratar rápidamente al cuerpo.
- Enfermedades: Enfermedades como fiebre, infecciones gastrointestinales y diabetes incrementan la pérdida de líquidos.
- Consumo insuficiente de líquidos: No beber suficiente agua, especialmente en personas mayores, puede causar deshidratación.
Qué hacer para hidratarse:
- Beber agua regularmente a lo largo del día.
- Tomar líquidos con electrolitos, como bebidas deportivas, después de ejercicio intenso.
- Consumir infusiones sin azúcar o agua de coco para mantener la hidratación.
- Comer frutas ricas en agua, como sandía, fresas y naranjas, que además de hidratar, aportan nutrientes.
La deshidratación es una condición seria que se puede prevenir fácilmente con una buena hidratación y atención a los primeros síntomas. Mantente hidratado y actúa rápido para evitar complicaciones.