Tom Ford ha vuelto a cautivar el mundo de la moda con su primera colección bajo la dirección artística de Haider Ackermann, presentada en París. La pasarela marcó el fin de la era de la ropa cómoda post-Covid, celebrando una estética sofisticada y lujosa que resalta la sensualidad y el glamour.
La colección, cargada de elegancia, fue un espectáculo de pieles exóticas, abrigos de cachemira de corte amplio y trajes perfectamente confeccionados para hombres, que acentuaban la cintura y los hombros con precisión milimétrica. Las estrellas de cine y modelos como Cara Delevingne y Malik Bodian deslumbraron en la pasarela, mostrando atuendos que reflejan el lujo que siempre ha definido a la marca.
Destacan los trajes con un aire de Hollywood clásico, reminiscentes de la era dorada del cine, junto con vestidos de noche y conjuntos moteros que van desde el negro profundo hasta tonos cálidos como el camel y marrón. Las piezas, que combinan glamour y sensualidad, se prevé que se vean en alfombras rojas y eventos exclusivos como los Oscar.
Ackermann, conocido por su talento en el corte y el uso del color, dejó claro que Tom Ford ya no es solo una marca nocturna. Según el propio diseñador,
"Tom Ford representa la vida nocturna, yo soy la mañana del día siguiente",
ofreciendo una visión del lujo que perdura más allá de la noche.
El desfile culminó en un emotivo abrazo entre Ackermann y Ford, simbolizando el éxito de este nuevo capítulo para la icónica casa de modas. Con esta colección, Tom Ford renueva su legado, fusionando sensualidad, lujo y sofisticación de manera única.
