En una época en la que abundan las vías para que absolutamente cada cibernauta pueda expresar hasta la más insulsa de las opiniones, hay algunos que prefieren incursionar en el mundo de la escritura de una forma más tradicional que las redes sociales de moda. Para tal motivo existen los blogs, a quienes su naturaleza maleable los hace el vehículo ideal para hablar extensamente de cualquier tema posible.
No obstante, el camino para lograr una audiencia fiel es arduo y, principalmente, lleno de obstáculos en las que algunos se pueden quedar atorados y jamás explotar su capacidades. ¿Qué hacer entonces? De acuerdo con Oliver Emberton, fundador de la firma británica de software Silktide, estos son algunos consejos para que tu blog sea leído por alguien más que tus familiares y amigos:
EL MUNDO NO TE DEBE NADA
La verdad en torno al solitario mundo de los blogueros es simple: a nadie le importa lo que tu escribas. Cualquiera puede ir a una librería y escoger un título de entre una amplia gama de escritores universalmente reconocidos. Entonces, si alguien tiene todas estas opciones, ¿por qué habrían de prestarte mayor atención a ti?, publicó el sitio Mashable.
Esto puede sonar desalentador, y se supone que así sea. Cada persona vive en el centro de sus propios universos privados, lo que puede conducir a engaños como llegar a pensar que el mundo responde a nuestros méritos de la misma manera en que nosotros los vemos. Si cree esto, entonces las decepciones no cesarán. Por otra parte, si reconoces la verdad, puede armarte debidamente en consecuencia a esto. De aquí se derivan los siguientes puntos.
DALE A LA GENTE UNA RAZÓN PARA INTERESARSE
Estás en una competencia constante con cada otra distracción que internet pueda proporcionar y, siendo honesto, el bello soneto de un poeta desconocido poco tiene que hacer en contra de un viral protagonizado por Miley Cyrus y un gato.
Para ganar audiencia, Emberton propone antes que nada, dejar de escribir para uno mismo. Olvidarse de uno mismo y empezar con preguntas del tipo “¿Para quién estoy escribiendo?”, “¿Qué puedo hacer por ellos?” y “¿Por qué me deben importar?”
Estar consciente de la realidad y de los intereses de tus posibles lectores siempre será un buen punto de partida. Foto: Shutterstock
En este caso, los objetivos cambian de acuerdo con el público. Así, si el caso es escribir para blogueros casuales, los temas que pueden abordarse son temas de interés para ellos como “alternativas para lograr los primeros mil seguidores” o “cómo mi blog me costó el trabajo, esposa e hijos”, por ejemplo.
GANCHO EMOCIONAL
Mientras que una audiencia culta puede apreciar el contenido sobre una base puramente intelectual. Existe un amplio sector con otros intereses que van desde las noticias del día hasta el sexo, chismes y entretenimiento.
Basta con ponerse a pensar en la manera en la que muchas veces damos clic en algún enlace. La mayoría de las veces no es algo que se razone demasiado. Son ganchos totalmente emocionales. aquí algunos ejemplos:
Intimidante y urgente – “Los terroristas atacarán tu ciudad mañana”
Grandes nombres – “Un día en la vida de Tony Stark”
Interés propio – “Cómo obtener al chico de tus sueños”
Atractivo sexual – “Las chicas más ardientes en el tenis”
Marcar tendencias – “El show del que todo el mundo habla”
Estas emociones pueden ser canalizadas en un titular. El título de una entrada es en donde se gana o pierde la mayor parte del público. Un ejemplo claro de esto es el título de un tuit, el cual es juzgado y destituido por el 99 por ciento de su público antes de ver otra palabra.
EDITA TODO LO QUE ESCRIBAS
Editar es una habilidad que puede convertir carbón en diamantes… o al revés. Hay mucha gente que publica contenido que parece más carbón que otra cosa.
No hay que confundir la edición con una prueba de lectura. La edición es donde tomas tu trabajo, lo reorganizas, reescribes y repiensas. Como mínimo, debes editar para evitar:
Verborrea: Nada mata más el interés que el exceso de palabras. Como éstas, por ejemplo.
Confusión: Puede que tus lectores no hablen tu mismo idioma, puede que estén haciendo mil cosas al momento de leerte… No les hagas más difícil su lectura.
Predecibilidad: Si alguien puede adivinar tu siguiente oración cuando lee la anterior entonces tienes el equivalente a un oso en bicicleta. Evita los clichés y lugares comunes.
Según Emberton, se debe invertir el doble de tiempo en editar que lo que se ocupa en escribir. “Esto hace toda la diferencia”.
Al final, se trata de ponerse al “tú por tú” con otros generadores de contenido y no rendirse a la primera. Foto: Shutterstock
CREA UNA PLATAFORMA
Si estás en busca de un público, notarás que los famosos obtienen la mayor parte de la atención. El error consiste en suponer que esto te condena al fracaso. No es así. Sólo tienes que ser un poco más famoso que ellos.
Es lento al inicio, por ello muchos se dan por vencidos. Sin embargo, la constancia trae buenos resultados al final. Así, para ganar a largo plazo, la plataforma elegida debe convertir eficientemente a a los lectores en seguidores, de modo que olvida los likes y los tuits. Lo mejor que puede hacerse es, en este caso, hacer una lista de correos de los contactos. Es más trabajo, pero tendrás mucho mayor compromiso del que nunca obtendrás de Twitter y Facebook.
Si escribes algo y no eres capaz de alentar de manera clara a la gente para que te siga, entonces es un indicador de que no estás haciendo las cosas bien. Algunos escritores califican esto de “juego sucio” y, bueno, la verdad es que sí lo es. Desafortunadamente es la manera en la que muchas veces las cosas funcionan. Así que, debe apelarse a la naturaleza del lector antes de ganarlos por medio de la escritura. De lo contrario, nadie va a saber de lo que se está perdiendo al no leerte. | SinEmbargo