De esta forma, las proteínas de adhesión que propician que las células permanezcan juntas interactúan con el microprocesador (productor de moléculas llamadas microRNAs), organizando programas celulares enteros con la regulación de la expresión simultánea de un grupo de genes. Según explica Panos Anastasiadis, líder del estudio del equipo de científicos del campus de Florida de la Clínica Mayo:
Mediante la supervisión de los miRNAs afectados en las células cancerosas para restaurar sus niveles normales, debemos ser capaces de restablecer los frenos y restaurar la función normal de las células. Los experimentos iniciales en algunos tipos agresivos de cáncer son, de hecho, muy prometedores.
El estudio fue publicado en la revista NatureCellBiology. Según abunda Antonis Kourtidis, coautor del mismo:
El estudio reúne dos campos de investigación muy lejanos y sin relación - la adhesión célula a célula y la biología de los miRNA- para resolver un problema de largo tiempo sobre el papel de las proteínas de adhesión en el comportamiento celular que desconcertaba a los científicos. Lo más significativo es que descubre una nueva estrategia para la terapia del cáncer. | XatakaCiencia