Todos tendemos a pensar que nuestros hijos, sobrinos o nietos son los más guapos, los más listos y los más buenos de todos los niños que existen sobre la faz de la Tierra. Sin embargo, y a pesar de que puedan ser todo unos genios a su edad, en ocasiones es necesario darls un empujoncito para fomentar su inteligencia y animarles, por ejemplo, a llevar a cabo actividades que a la larga aumentarán su rendimiento en la escuela. Es por ello que la revista «Time» ha ideado una lista con 10 consejos que, a día de hoy, se pueden utilizar con este fin. Todos ellos se basan en varios estudios científicos y, según afirman desde la publicación, no pueden provocar ningún mal entre los más «peques» de la casa.
1-Apuntarle a clases de música.
Si la música le agrada, no hay nada como apuntarle a clases. Y es que, son varios los estudios que hablan de sus beneficios para la inteligencia en los niños. Concretamente, afirman que ayuda a mejorar la nota media en los test de inteligencia. Con todo, aprender en este campo del saber también ayuda a los más mayores a retrasar los efectos del envejecimiento, según la Universidad de Northwestern.
2-Fomente su afición por el deporte.
Siempre se ha dicho que los deportistas no son demasiado inteligentes. Sin embargo, la realidad es bien distinta, pues se sabe -por ejemplo- que después de hacer ejercicio es posible adquirir palabras desconocidas un 20% más rápido. A su vez, y según un estudio elaborado en 2007, 3 meses poniéndose en forma mejora el flujo de sangre que llega al cerebro y fomenta el aprendizaje. Así lo afirma John Ratey en su obra «Spark: La Nueva Ciencia Revolucionaria del Ejercicio y el Cerebro».
3-No leas a tus hijos, lee con ellos.
Cuando tu hijo esté aprendiendo a leer y estéis en la cama disfrutando de un cuento, evita explicárselo tu. Por el contrario, lo mejor es que le ayudes a pronunciar las palabras más difíciles, pero no hacerle todo el trabajo. Así se irá familiarizando con las letras.
4-Ten en cuenta que privar a los niños del sueño les vuelve estúpidos.
Que un niño duerma una hora menos de lo que le corresponde puede hacer que su cerebro pierda un año de maduración cognitiva y de desarrollo, según los autores de «Nurture Shock». A su vez, los estadounidenses consideran que apenas un cuarto de hora de sueño más de lo habitual a diario puede ser muy beneficioso en el rendimiento escolar.
5-El coeficiente intelectual alto no sirve de nada sin autodisciplina.
Según explica Charles Duhigg en su obra «The Power of Habit: Why We Do What We Do in Life and Business», la fuerza de voluntad debe ser la piedra angular sobre la que se edifique el éxito de los más pequeños. Y es que, aquellos que son capaces de controlarse tienen más posibilidades de sacar mejores notas y ser admitidos en las universidades más exigentes. A su vez, permite a los estudiantes mejorar sus calificaciones en el colegio.
6-El aprendizaje es un proceso activo.
Los padres deben tener claro que el niño debe participar en el proceso de aprendizaje. No vale, por lo tanto, con que se quede viendo la televisión viendo películas educativas, pues tiene que probar los conocimientos para afianzarlos. Por ello, lo idóneo es preguntarle después qué ha aprendido de la información que ha recibido. En el caso de que no haya captado el mensaje, lo mejor es ayudarle a ello. «Nuestros cerebros evolucionan y aprenden haciendo cosas, no escuchando como se hacen. Un gran número de habilidades se aprenden mucho mejor si pasamos dos terceras partes de nuestro tiempo intentando llevarlas a cabo por nosotros mismos en lugar de absorberlas», explica Dan Coyle en su obra «El código del talento».
7-Deben tener una buena alimentación.
Aunque los más pequeños tienden a comer de forma desordenada y basándose sobre todo en alimentos hiper calóricos, lo mejor para su mente es que solo ingieran cosas sanas. Con todo, esto no significa que no se les pueda premiar con algún capricho alimenticio de vez en cuando, aunque hay que tener cuidado con el azúcar pues (a pesar de que es estimulante a nivel cerebral) puede provocar que se exciten.
8-Los niños felices son niños exitosos.
Por ello, lo mejor es fomentar su alegría, pues así conseguirán mejores notas y aprenderán de forma mucho más sencilla.
9-Lo bueno también se pega.
Según un estudio de la Universidad de Dartmouth, es bueno que los niños con calificaciones más altas se relacionen con aquellos que cuentan con notas menores, pues eso hace subir sus notas a los segundos.
10-Cree en ellos.
Puede parecer obvio, pero los más pequeños necesitan que se crea en ellos, pues eso potencia su inteligencia. Así lo demuestra una investigación publicada en el libro «The Heart of Social Psychology: A Backstage View of a Passionate Science». En dicho estudio, los profesores seleccionaron a una treintena de alumnos al azar y se les explicó que eran unos futuros genios. Más del 30% mejoró sus notas considerablemente en es año.
Artículo publicado en abc.es