Los cambios de humor, los arrebatos emocionales, los trastornos del sueño, los cambios en el comportamiento, la pérdida o el aumento del apetito, los pensamientos suicidas, etc. son algunos de los signos más comunes que indican que algo va mal. A veces, los síntomas pueden extenderse hasta llegar a las alucinaciones, los delirios y la paranoia. La mayoría de nosotros somos conscientes de que hay muchos tipos de enfermedades mentales: desde la depresión hasta el trastorno bipolar pasando por la ansiedad y la esquizofrenia. Pero la mayoría de nosotros no nos damos cuenta de que se pueden tratar con el tratamiento profesional adecuado (de psiquiatras, consejeros, terapeutas ocupacionales) y de que la mayoría de los que las padecen pueden llevar unas vidas llenas y productivas. La estigmatización y los mitos sobre las enfermedades mentales son los que se interponen en el camino de la búsqueda de un tratamiento crucial a tiempo. Estas son algunas de las ideas equivocadas sobre las enfermedades mentales.
Mito 1: los niños no suelen tener problemas de salud mental
Esto no es cierto. Los problemas de salud mental y los signos de advertencia tempranos no son inusuales en los niños. En el colegio y en casa hay que estar alerta y actuar rápidamente cuando un niño muestra un comportamiento que no es propio de él, ya que un diagnóstico temprano puede aumentar significativamente la eficacia del tratamiento e incluso llevar a una recuperación completa.
Mito 2: la gente con problemas de salud mental es violenta y peligrosa
La gran mayoría de las personas con problemas de salud mental no son violentas en absoluto. Si no me crees, puede que este estudio te convenza. A pesar de la percepción generalizada de que la mayoría de las personas que padecen enfermedades mentales son peligrosas, en Reino Unido solamente se asocian con enfermedades mentales de 50 a 70 casos de asesinato al año. Si comparas esa cifra con la de población con enfermedades mentales -siete millones de personas-, el porcentaje es minúsculo. De hecho, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría ha dejado claro que "la mayoría de la gente violentano padece enfermedades mentales". Si acaso, es más probable que los sufridores de alguna enfermedad mental sean las víctimas de un crimen que los perpetradores. Los medios de comunicación y el cine tienden a divulgar mucha información equivocada sobre los enfermos mentales. La concienciación sobre las enfermedades mentales es algo que les debemos a ellos y que nos debemos a nosotros mismos.
Mito 3: muchos trastornos de salud mental son consecuencia de los pensamientos y las acciones de uno mismo
Aunque es cierto que el estrés y la ansiedad son consecuencia de los pensamientos y los actos de uno mismo, estos no son necesariamente los causantes de los problemas de salud mental. Pueden ser los detonantes a veces, o incluso las consecuencias de una enfermedad causada por factores que vienen determinados por la genética o la química cerebral. Los eventos traumáticos o que conllevan mucho estrés, como un divorcio o la muerte de un ser querido, también pueden ser el detonante de una enfermedad mental. Normalmente, las enfermedades mentales son consecuencia de una combinación de muchos factores biológicos, sociales y ambientales.
Mito 4: los problemas de salud mental son de origen puramente biológico o genético
Aunque es cierto que los estudios más recientes indican que muchas enfermedades mentales tienen una base genética, también se sabe que los factores ambientales desempeñan un papel principal a la hora de determinar quién acaba desarrollando un trastorno. Según este estudio, aunque puede que algunas personas sean más susceptibles a desarrollar una enfermedad mental como la depresión, es posible que lleven una vida perfectamente feliz si están expuestos al ambiente adecuado.
Mito 5: las enfermedades mentales son básicamente intratables
Se ha avanzado mucho en el campo de la psicofarmacología y hay medicamentos que ayudan con muchas enfermedades mentales. Muchos individuos tienen respuestas positivas a medicamentos para la depresión, para trastornos maníacodepresivos e incluso para la esquizofrenia. Por supuesto, deben ser prescritos y controlados por un profesional. Algunas personas no necesitan medicación y mejoran solamente con terapia psicológica, que es un procedimiento en el que también estamos viendo innovaciones. No olvides que los cambios en el estilo de vida pueden mejorar tu pronóstico.
Mito 6: la terapia psicológica no vale para los niños ni para sus problemas
Debido a la estigmatización y a la desinformación generalizadas, mucha gente se resiste a llevar a sus hijos al psicólogo. De la misma manera, rara vez consideran ir al psicólogo ellos mismos para que les ayuden a entender mejor a sus hijos, desgraciadamente. La terapia psicológica ayuda a entender y a manejar los comportamientos irracionales y disfuncionales que los padres han observado en sus hijos. Un profesional puede ser capaz de diagnosticar cualquier condición subyacente y proporcionar un tratamiento a tiempo (y, por lo tanto, más eficaz). La terapia ayuda a los padres a comprender los factores de riesgo y los traumas que afectan a sus niños pequeños o a sus hijos adolescentes y a desarrollar una mejor relación con ellos. Además, los hijos también pueden beneficiarse de tener un espacio terapéutico en el que compartir sus preocupaciones y miedos.
Mito 7: si buscas tratamiento, acabarás en el hospital
Es difícil deshacerse de la imagen de las camisas de fuerza y las paredes acolchadas, gracias a las representaciones culturales del tratamiento psiquiátrico. En primer lugar, tener una enfermedad mental no implica necesariamente locura o demencia. Simplemente significa que tienes un problema, quizá uno serio, pero te pueden ayudar con él. Si estás extremadamente ansioso o deprimida o ves que tienes un mal comportamiento, lo mejor es buscar el apoyo de la familia y empezar con un tratamiento. La hospitalización solo es necesaria en casos extremos, o si eres un peligro para ti mismo o para los demás.
Mito 8: las personas con tendencias suicidas no están cuerdas y necesitan que se les interne de inmediato
Las personas con estas tendencias necesitan una terapia adecuada y no deberían ser tratadas como si estuvieran locas. Hay muchas factores que pueden causar reacciones como la depresión, el trastorno bipolar o el estrés extremo. Si no se tratan a tiempo, pueden acabar en la trágica pérdida de una vida. Antes de juzgar precipitadamente es importante informarse sobre las señales de advertencia del suicidio e intervenir de una forma apropiada.
Mito 9: los problemas de salud mental pueden tratarse dentro de la familia
El miedo a la estigmatización lleva a la gente a intentar esconder sus propios problemas o los de los miembros de su familia. Aíslan al que sufre el problema del mundo exterior y piensan que le están ayudando. Lo que en realidad están haciendo es perder un tiempo que podría invertirse en conseguir el apoyo psicológico y la ayuda médica apropiados. Posponer el tratamiento siempre es mala idea. Hay profesionales preparados para ayudarte. Deja que te ayuden.
Mito 10: los beneficios del ejercicio y de la dieta para la salud mental están sobrevalorados
Según investigaciones médicas, los factores relacionados con el estilo de vida, como seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente, pueden reducir el riesgo a desarrollar depresión. Puedes ayudar tanto a tu cuerpo como a tu mente siguiendo una dieta sana que consista en proteínas, vitaminas, minerales, carbohidratos y grasas de origen natural. Además, el ejercicio, el yoga y la meditación son herramientas excelentes para mantener la mente sana y minimizar los riesgos para la salud mental.
Deja que tu ser se concentre y que el estrés y las tensiones se neutralicen. | Huffingtonpost