Una investigación realizada por la Universidad de Harvard en Estados Unidos reveló el daño que hace una de las sustancias utilizadas en los cigarros electrónicos en los pulmones.
Según el estudio, una sustancia química utilizada en los líquidos saborizantes en los cigarrillos electrónicos puede provocar una condición llamada “pulmón de palomitas de maíz”, enfermedad irreversible y altamente mortal.
Investigadores de Escuela de Salud Pública de Harvard analizaron químicamente 51 de los sabores utilizados en los cigarrillos electrónicos vendidos en las marcas líderes y encontraron que, de estos, 39 contenían diacetil, un producto químico utilizado para agregar sabor, encontrado también, en alimentos y golosinas, y que provoca daño en el organismo.
La condición de bronquiolititis obliterante o “palomitas de maíz” es una afección que ataca las vías respiratorias de manera crónica y que además causa daños en el sistema inmunológico.
Esta enfermedad recibe el nombre luego de que una gran cantidad de trabajadores de fabricas de palomitas de maíz para microondas la sufrieran al inhalar aromas de la mantequilla artificial.
Los efectos secundarios de la bronquiolititis obliterante son tos, sibilancias y falta de aliento, y en casos más graves, quien lo padezca necesitaría un trasplante de pulmón.
CIGARROS ELECTRÓNICOS EN MÉXICO
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló, el 23 de septiembre pasado, la venta de cigarrillos electrónicos, organizaciones civiles en contra del tabaco señalaron que estos aparatos tendrían que ser regulados como si fuesen un medicamento.
“Habría que decirle a Cofepris [Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios] que si se va a regular, como un medicamento que debe usar un terapeuta para que se suministre; entonces, debe estar registrado como tal y tener una licencia sanitaria”, dijo Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Alianza Nacional para el Control del Tabaco (Aliento).
De acuerdo con Núñez, que el cigarrillo electrónico se utilice con motivos terapéuticos conlleva la obligación de ser prescrito por un médico especializado y distribuido sólo en farmacias.
Sin embargo, este grado de regulación podría dificultarse por la gran variedad de sustancias que se pueden quemar en este aparato, que si bien no ha demostrado ante los ojos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ser un tratamiento efectivo en contra de la adicción al tabaco, tampoco es este su único fin. | SinEmbargo
