Los juguetes diseñados para niñas se centran en la apariencia, el cuidado de los hijos y el hogar, mientras que los que son para niños, enseñan y refuerzan sus habilidades físicas y promueven el uso de la fuerza y violencia para resolver problemas.
De acuerdo con un estudio, clasificar los juguetes es sexista ya que limita a los menores y no permite que exploren otras posibilidades.