Pero ahora, parece que la ciencia se acerca más a encontrar la manera de detener, e incluso de revertir, los efectos de esta enfermedad en quiénes lo padecen.
Un grupo de científicos de la Universidad de Glasgow y la Universidad de Hong Kong de Ciencia y Tecnología encontraron que la proteína denominada IL-33 –una proteína que se encuentra en el cerebro humano– podría ser la clave para curar a aquellos que padecen Alzheimer.
Para descubrir esto tomaron ratones criados para tener una degeneración cognitiva y les inyectaron IL-33. Al cabo de la primera semana se observó una mejora impresionante en los roedores, pues eran capaces de cumplir tareas con un desempeño equiparable al de otros ratones saludables.
Ahora, estos ratones no tienen Alzheimer, sino una patología y deterioro en su cerebro. Los efectos son similares al del Alzheimer, pues pierden habilidades cognitivas y su memoria se ve afectada, sin embargo, en estudios anteriores se ha observado que los pacientes de esta enfermedad muestran una reducción de este tipo de proteína, lo cual respalda los resultados encontrados en este estudio.
Lo que queda por hacer tras este estudio es ver cómo reacciona el ser humano a pruebas con este tipo de proteína. Si son favorecedores, podríamos estar ante el inicio de una cura sumamente eficiente contra el Alzheimer. | Fuente: CE / PNAS