Estamos ante un fenómeno memorístico estudiado por la psicología. Si hacemos caso al término francés estamos ante algo “casi visto”, es decir, la sensación de estar a punto de “recuperar” esa palabra en nuestro “disco duro” aunque al final no se acaba produciendo. No sólo eso, cuando se produce estamos completamente seguros de que aquello que no acaba de “salir” lo conocemos. Curioso, porque como veremos a continuación, en ocasiones es una falsa sensación.
Anomalías de la memoria para entender el fenómeno
Cuando hablamos de presque vu o TOT (Tip of the Tongue) también estamos muy cerca de otros fenómenos primos-hermanos. Y es que el mismo está íntimamente relacionado al famoso deja vu, el término acuñado por Boirac para describir la sensación de que un evento o experiencia que se vive ya lo hemos experimentado.
Por tanto el deja vu es una anomalía de la memoria o “amnesia del reconocimiento” que a su vez se enlaza con el fenómeno Baader-Meinhof, esa sensación de que un término recientemente conocido se repite en nuestra vidas de forma continua desde que lo aprendimos.
Por último TOT también se enlaza con lo que denominamos jamais vu, que viene a ser lo contrario de deja vu. En este caso ese “nunca visto” en francés viene a indicarnos un fenómeno donde una persona tiene la sensación de no haber experimentado jamás los eventos circundantes, incluso aquellos muy conocidos o cotidianos para la persona.
Existen un gran número de fenómenos memorísticos pero los que enlazan con el TOT o presque vu son estos dos por una sencilla razón: tanto el déja vu como el jamais vu se suelen confundir con el presque vu. Obvio, no es así, el fenómeno que tanto molesta porque estamos convencidos de saberlo pero no lo recordamos está entre medias de los otros dos fenómenos. Y su historia y razón de ser comenzaría con el estudio de una eminencia en el campo, William James.
Historia del fenómeno “lo tengo en la punta de la lengua”
Y es que William James, uno de los padres de la psicología científica y reputado psicólogo estadounidense, fue el primero que lo describió como fenómeno psicológico en el texto The Principles of Psychology (1890). El hombre lo relacionaba con lo que él mismo denominó como sensaciones de tendencia, sensaciones relacionadas con estados de conciencia mediadores entre contenidos de la memoria que se hallan contiguos, en este caso unidos no por el significado, sino por el curso del pensamiento. El mismo Freud también discutía sobre los factores psicológicos inconscientes, tales como los pensamientos e impulsos inconscientes que podrían causar el olvido de palabras conocidas.
El fenómeno se manifiesta en aquellas personas que conocen la palabra pero únicamente recuerdan uno de estos tres elementos: la cantidad de sílabas, la sílaba tónica o la letra inicial y final
La primera investigación empírica sobre el fenómeno la realizarían en 1966 los investigadores de Harvard Roger Brown y David McNeill, quienes buscaban determinar si la sensación de recuperación inminente con la experiencia TOT se basaba en la capacidad de recuperación real o era sólo una ilusión.
En su estudio ambos investigadores presentaron a un grupo de participantes una serie de palabras “raras” o poco comunes. Estos tenían que decir si la conocían, si no la conocían o si la conocían pero no podían recordarla. Un experimento cuyos resultados arrojaban que el fenómeno se manifiesta en aquellas personas que conocen la palabra pero únicamente recuerdan uno de estos tres elementos: la cantidad de sílabas, la sílaba tónica o la letra inicial y final. Por tanto sus resultados demostraron la legitimidad del fenómeno y fueron la base para investigaciones posteriores sobre TOT.
¿Por qué lo tengo en la punta de la lengua?
Hoy estamos ante un término universal que se produce en personas independientemente del sexo, aunque siempre y según los estudios a partir de la edad adulta, ya sea joven, de edad media o edad avanzada (en la infancia no hay estudios). Tampoco se piensa que el nivel académico o de estudios de la persona sea un factor determinante del fenómeno al igual que la persona sea monolingüe o bilingüe. Para que nos hagamos una idea, el estudio que realizó en 1999 Bennett L. Schwartz, 45 de los 51 idiomas que fueron analizados hacían referencia al fenómeno dentro de su lenguaje.
La realidad es que aún hoy se desconocen las causas del fenómeno, al menos en parte. Sin embargo existen numerosas teorías y explicaciones que suelen llegar a un mismo punto, el TOT está íntimamente relacionado a todo lo que rodea la base de las conexiones neuronales.
Veámoslo de esta manera: si nuestro cerebro hace uso de la información semántica y fonológica que ya ha aprendido para recuperar la información y/o recordar las palabras que usamos diariamente, cuando el cerebro no alcanza a parte de ese contenido efectivamente estamos ante el fenómeno de “la punta de la lengua”.
Los estudios han demostrado que la incidencia de este fenómeno oscila entre 2 y 3 veces por semana, aunque dependiendo de nuestra edad se incrementa
Las razones pueden variar, pero los estudios cognitivos más recientes hablan del debilitamiento de esas conexiones neuronales. ¿Cómo? O bien porque esa palabra no la usamos frecuentemente, o bien porque esa palabra, aún usándola frecuentemente, llevamos tiempo sin usarla, o finalmente producto del envejecimiento propio de la edad.
Estos estudios también han demostrado que la incidencia de este fenómeno oscila entre 2 y 3 veces por semana, aunque dependiendo de nuestra edad se incrementa cuanto más adultos seamos. Igualmente pueden entrar otros factores que además distorsionan los datos, factores como los sesgos asociados al propio acto voluntario de registrar.
Y es que precisamente en este último punto y contrario a lo que muchas veces pensamos cuando ocurre el fenómeno, el conocimiento del contenido que pretendemos recuperar no es siempre real. La razón se debe a que intentamos asociar palabras similares a otras que hemos registrado anteriormente.
¿Soluciones a TOT?
Nos las podemos imaginar y van asociadas a la idea de mantener ese “músculo” que es el cerebro lo más sano posible a medida que envejecemos. El presque vu no deja de ser un fenómeno producido por el debilitamiento de la memoria a esa palabra que buscamos y que pensamos conocer.
Por tanto debemos mantener en forma al cerebro, bien con ejercicios mentales, bien con la continua búsqueda de nuevas habilidades a nuestra vida. Videojuegos, nuevos idiomas, aprender un instrumento musical, lectura (mucha lectura)… cualquier aprendizaje nuevo que nos abra las puertas a nuevos conocimientos fortalecerá esa red neuronal que ayudará a recuperar memoria.
Y aún así, el fenómeno TOT volverá a parecer en nuestra vida, quizá con menos frecuencia, pero no hay que olvidar que estamos ante un fenómeno “natural” en la codificación que realiza nuestro cerebro. [Gizmodo]