Porque hay días que te sientes medio niño, pero otros que sí te crees lo maduro que eres, te compartimos varias señales que te ayudarán a comprobarlo. No importa la edad ni la ideología, a veces un chico de 20 podrá ser mucho más maduro que uno de 35.
1. Aceptas los cambios con mucha más facilidad. Te has convertido en una persona muy adaptable.
2. Sabes que la felicidad es hallar la serenidad en todos los aspectos de tu vida. Por lo que se ha convertido en lo que buscas todos los días.
3. Tu familia se convirtió en lo más importante. Más que tus amigos, porque todos pasan por la etapa en la que se sienten más identificados con sus amistades, pero luego te das cuenta de quiénes son los que realmente están ahí, en las buenas y en las malas.
4. Has aprendido a controlar tu enojo. Ya no explotas como antes, al contrario respiras y piensas antes de decir cualquier tontería.
5. Estás bien, solo y acompañado. No eres súper dependiente, ni eres un amante de la soledad. Le sacas el lado positivo a cualquier situación social y sentimental.
6. Le has dado a tus conocidos los consejos que te dieron tus papás. Sí, aunque te de pena admitirlo. Sabes que al final ellos te ganaron con su experiencia.
7. Lo material se quedó en el pasado, o sea ya no es tu causa número uno de felicidad. Sí, compras lo que quieres, pero sabes que puedes prescindir de muchas cosas.
8. Por fin dejas de tomarte las cosas tan personales. Antes te ofendías con facilidad, pero ahora comprendes que hay personas que se desquitan cuando están teniendo un mal día.
9. Aprendiste a diferenciar entre el ser presumido y el compartir tus logros. Lo que platicas lo haces con ciertas personas, además cuentas tus proyectos con naturalidad y emoción.
10. Aceptas tus errores. No buscas pretextos ni echarle la culpa a los demás, ahora buscas mejorar para que no vuelvan a ocurrir.
11. Dejaste de juzgar a los demás. Respetas las formas de pensar diferente y vives tu día a día sin meterte con los demás.
12. Eres menos egoísta y piensas en los demás. Ya no te pones en primer lugar y te sale natural ayudar, disculparte, entre otras acciones.