Toda pérdida supone un proceso de duelo. El divorcio no es la excepción. Psicoterapeutas, sociólogos e incluso abogados reconocen que aceptar el fracaso de un matrimonio y tomar caminos diferentes, casi siempre supone un trauma para la pareja. Como SinEmbargo publicó este lunes, la del divorcio es una historia que se puede conocer a través de sus protagonistas, pero también por medio de las cifras.
1914
El divorcio es legal en México desde 1914, cuando Venustiano Carranza, entonces Presidente de la República, expidió la Ley del Divorcio Vincular.
21 causales
Hace casi 100 años, cuando el vínculo matrimonial podía ser disuelto bajo el amparo de la Ley, la pareja debía justificarlo con una de las 21 causales especificadas en el artículo 267 del Código Civil Federal. Padecer sífilis, cometer adulterio y abandonar la casa conyugal eran algunas de estas.
2000
De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los mexicanos empezaron a recurrir al divorcio con mayor frecuencia desde el año 2000. A pesar de que en 2008 se aprobó la figura jurídica del “divorcio exprés” con la que desaparecieron las causales, el aumento fue sostenido.
110 años
Otra posible explicación es el cambio que ha sufrido la sociedad en el último siglo. “El ser humano está parado en una realidad nueva a través de la tecnología, los derechos humanos, la situación de la mujer y los avances científicos. Hay, de repente, otra manera de abordar y ver la vida”, asegura la psicoterapeuta Teresa Díaz.
Menos de 40 años
Para las mujeres, la edad promedio al solicitar el divorcio es de 37 años y para lo hombres, de 40, así lo indica el Inegi. Es en este rango de edad que, los mexicanos deciden disolver un vínculo que habían iniciado impulsados por el amor.
Dos por ciento más
En 1990 la tasa anual de divorcio en México era de cuatro por ciento. 10 años después, en el 2000, llegó a casi 6 por ciento.
113 mil 478 parejas
El año 2014 es en el que más divorcio se han registrado durante los últimos 25 años: más de 113 mil.
85 por ciento
Del total registrado desde el año 2000, la mayoría son judiciales, es decir hay bienes comunes, hijos y/o desacuerdo sobre el procedimiento. De acuerdo con abogados especializados en Derecho familiar, la repartición de bienes es la parte más difícil de este proceso.