La somnolencia postprandial o marea alcalina, popularmente conocida como “mal del puerco”, es un estado fisiológico que experimenta el cuerpo, regularmente después de consumir gran cantidad de alimentos, y se manifesta no sólo con sueño o somnolencia sino con náuseas, pesadez y cansancio.

Quien opta por retomar inmediatamente algún tipo de actividad, ya sea laboral, académica o recreativa, llega a presentar una disminución en su capacidad de concentración.

El médico Jorge Martínez Torres, titular de la jefatura del Servicio de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social, señaló que evitar las comidas abundantes en calorías -carbohidratos y grasas- sobre todo al mediodía y durante la cena, previene la somnolencia postprandial.

Explicó que este malestar se debe a distintos factores, uno de ellos es la alta concentración de niveles de azúcar y grasas en la sangre, lo cual ocasiona aletargamiento e incluso disminución de flujo sanguíneo y de oxigenación a nivel cerebral.

“Distintas hormonas y aminoácidos que intervienen en el proceso de metabolización y digestión de los alimentos se ven alteradas, por ejemplo, al elevarse el triptófano que es un aminoácido, aumentan a su vez otras sustancias que son inductoras naturales del sueño”, explicó Martínez Torres.

Por lo anterior, agregó el galeno, la persona que comió de más o alimentos con altos contenidos calóricos sienten la imperiosa necesidad de dormir, lo cual incrementa el riesgo de accidentes, tanto de tipo automovilístico como en el ámbito laboral, si el empleado después de salir a comer retoma sus actividades sin estar al cien por ciento de sus capacidades debido que es víctima del “mal del puerco”.

Sugerencias y recomendaciones para evitar el 'mal de puerco' o mitigarlo

1.- Realizar una adecuada masticación y trituración de los alimentos.
2.- No comer rápido.
3.- Tomar suficiente agua, pues es el componente principal de las células y es el medio ideal de eliminación de productos de desecho.
4.- Para reducir el consumo de grasas, te sugerimos cocinar los alimentos al vapor o a la plancha, en lugar de freírlos.
5.- Consumir alimentos ricos en fibra y bajos en grasa y azúcares.
6.- Evitar comidas abundantes y excesivas, en su lugar realizar de 3 a 5 comidas diarias en cantidades moderadas.