No descansar bien durante la noche no sólo puede afectar a tu humor, también puede hacer que seas menos eficiente en el trabajo y, por consecuencia, que tengas estrés. En definitiva, es la pescadilla que se muerde la cola.
Según el CIS, los españoles dormimos de media 7,12 horas y un tercio de ellos considera que deberíamos dormir más. Eso sí, entre semana la media baja. Y es que de lunes a viernes la mitad de los habitantes de nuestro país duerme entre 6 y 7 horas, un dato preocupante teniendo en cuenta que los médicos recomiendan descansar, mínimo, 7 horas.
CÓMO DORMIR EN 60 SEGUNDOS
No hacerlo podría causarnos grandes problemas a corto plazo, y puede llegar a afectar a nuestra salud física y mental.
Por eso, hoy te proponemos una lista con una serie de trucos para dormir rápido y mejor. Además, todos ellos están apoyados por estudios científicos. Así que, ¿Por qué no probarlos? Si quieres conocerlos, pincha aquí.
1. Luces y móviles apagados
Aunque pueda parecer obvio, hay mucha gente que sigue durmiendo con las luces encendidas, y es una de las peores cosas que puedes hacer para intentar descansar.
La luz brillante, especialmente la azul, está relacionada con el déficit de melatonina. Esto produce la alteración de los ritmos circadianos que conducen a menos horas de sueño y a una mala calidad del mismo. Sin embargo, por la mañana, necesitamos la luz azul que tienen los rayos del sol, ya que ésta se vincula con mayores niveles de alerta.
Además, otra de las cosas que no nos ayudan a conciliar el sueño son los dispositivos electrónicos. Cientos de estudios aseguran que ver una pantalla (móvil, tablet, ordenador, etc) antes de irnos a dormir hace que descansemos peor.
En definitiva, si quieres dormirte rápido y tener una buena calidad de sueño apaga las luces y tu teléfono móvil.
2. Deja el café y el alcohol
¿No has dormido durante toda la noche y necesitas un café para despertarte? ¡Error! Esto puede ser un arma de doble filo. Y es que la cafeína altera los niveles de melatonina de tu cerebro, manteniéndote despierto durante más tiempo y haciendo que duermas menos (incluso si no lo tomas antes de irte a dormir).
Por otra parte, otro de los hábitos que deberías dejar atrás para dormir mejor es el alcohol. Este tipo de bebidas son lo peor que puede tomar una persona que sufre insomnio.
Muchas investigaciones realizadas por organismos científicos han demostrado, estudio tras estudio, los efectos nocivos de las bebidas alcohólicas en nuestro organismo.
Incluso, a pesar de que tomarte una copa antes de irte a la cama pueda ayudarte a dormir, está científicamente demostrado que la calidad del sueño es peor. Así que, por tu salud, deja el alcohol.
3. Rutinas y Personas
Aunque pueda parecerte sorprendente y, a pesar de que aún quede mucho por investigar sobre esta teoría, los expertos aseguran que hay una relación directa entre la calidad del sueño y la persona con la que dormimos.
O dicho de otra forma: asegúrate que la persona con la que duermes te hace feliz, si no, podría afectar a tus horas de sueño.
Por otra parte, ya hemos visto que establecer una rutina en nuestro día a día puede ayudarnos en muchos aspectos de nuestra vida. Y es muy probable que esto nos ayude a la hora de irnos a la cama.
Es cierto que, de momento, no se ha certificado el impacto que puede tener en los adultos, pero hay varias investigaciones que demuestran su efecto positivo en los niños.
4. Baños y pensamientos positivos
Aunque no hay muchos estudios sobre este tema, existe una investigación que asegura que darse un baño caliente antes de irse a la cama nos ayuda a conciliar el sueño y a que la calidad del mismo sea óptima.
Por otra parte, mucha gente que sufre insomnio asegura que no consiguen dormir porque hay algo que le altera o le produce estrés. Por esa razón, hay varios estudios que recomiendan ver imágenes positivas que nos relajen, ya que esto nos calma y nos mantiene en un estado de ánimo óptimo para dormir. Si este punto te cuesta llevarlo a cabo, hay apps que pueden ayudarte.
5. Música y lavanda
Existe una investigación que asegura que escuchar música clásica relaja a los estudiantes y mejora su calidad del sueño, mientras que oír un audiolibro sólo lo empeora.
El truco no está en escuchar un tipo de canción en concreto, sólo tienes que encontrar algún sonido que te calme.
Por otra parte, otro estudio relacionado con este tema afirma que ambientar el espacio en el que duermas con lavanda ayuda a los jóvenes a descansar y a levantarse más frescos a la mañana siguiente.