Eran las 10:30 de la mañana en la estación Alonso Martínez del metro de Madrid, los pasajeros esperaban en el andén la llegada del tren, que según las pantallas llegaría en un minuto.
Cuando escucharon al tren aproximarse, los pasajeros se levantaron y se acercaron para tomar su lugar dentro, pero sólo escuchaban los ruidos de la maquinaria allí, donde no había ningún tren. Desconcertados se miraron unos a otros mientras sonreían al no entender que pasaba. Minutos después comenzó a escucharse la banda sonora del filme y las risas no se hicieron esperar al entender que eran parte de una broma.
El responsable fue la empresa Sony Pictures y la agencia de publicidad Shackleton, quienes querían filmar un anuncio como parte de los promocionales del próximo estreno de la película Cazafantasmas. La productora estadounidense estrenará el filme el próximo mes de agosto y los madrileños fueron parte de su estrategia.