Una investigación de la Universidad de Vermont (Estados Unidos) concluyó, después de analizar más de 100.000 palabras de uso frecuente en 24 lenguas diferentes, que el español es la lengua más feliz del mundo.
El objetivo era encontrar la frecuencia de palabras positivas y negativas que usaban los diferentes hablantes. Para completar el estudio, los investigadores consultaron con grupos de hablantes nativos sus sentimientos con determinadas palabras para crear una escala que iba de negativa o triste a positiva y feliz.
Al Español, el idioma más feliz según este estudio, le siguen el portugués y el inglés. En cambio, las lenguas más tristes del mundo son el chino, el coreano y el ruso.
Aunque la investigación pueda parecer original, no es la primera vez que se lleva a cabo un estudio del mismo estilo. En 1969 psicólogos de la Universidad de Illinois examinaron la forma en que las personas de diferentes culturas utilizan las palabras. Tras este análisis, conocido como hipótesis Pollyanna, se concluyó que las personas solían utilizar con más frecuencia palabras positivas que negativas.