En la actualidad, el desapego a la afección que genera dolor, hinchazón, rigidez, cansancio, así como fiebre, se volvió frecuente y progresivo, sin importar el grado de actividad del padecimiento, dijo la doctora Virginia Pascual Ramos.
“Es decir, los pacientes que están bien controlados se desligan, así como los que están mal controlados”, señaló la especialista adscrita a la Clínica de Artritis Temprana del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ).
“Se estima que entre 20 y 70 por ciento de los pacientes abandonan el tratamiento, una motivación es el costo y la disponibilidad”, indicó Pascual Ramos, de acuerdo con un comunicado del Foro Consultivo.
De acuerdo con las revisiones que realizó el Instituto en 2013, en México se detectó que durante los primeros dos años de atención, más de la mitad de los pacientes de la Clínica de Artritis Temprana, en algún momento abandonó el tratamiento.
“Cuando se habla de apego, es mejor referirnos con la palabra concordancia con el tratamiento, porque implica una negociación con el paciente, no una indicación”, apuntó.
“Tenemos dos constructos importantes, uno es la adherencia, que se trata del grado de conformidad de las recomendaciones terapéuticas diarias con respecto al tratamiento; y la persistencia, que es el acto de seguir con el tratamiento prescrito durante todo el tiempo que se indicó”, agregó la especialista.
El análisis reveló que los pacientes con revisión constante mejoran su calidad de vida, no tenían discapacidad, dolor, rigidez matutina o fatiga, y a los dos años mostraron un menor deterioro clínico.
Por su parte, el doctor Luis Guillermo Llorente Peters, afirmó que en los últimos años, la artritis reumatoide es una de las afecciones con un mayor número de medicamentos aprobados para su tratamiento.