Bizbirije
Fue el primer contenido para niños hecho por el Canal 11, conducido inicialmente por Plutarco Haza quien encarnaba al detective Clak, el jefe del Departamento de Investigaciones Secretas (D.I.S.). En esa sección del programa había que resolver algún misterio y si lo lograbas te mandaban unas tarjetas como premio. Otra de las cosas que estaban bien padres de esta barra es que los niños eran los que se lanzaban a hacer los reportajes y tú podías obtener tu credencial de reportero o reportera mandando tus datos y tus fotos. Aunque a algunos la credencial nunca nos llegó y desde entonces no nos hemos podido reponer.
Pingu
Cuando veíamos esta animación ni idea teníamos de lo que era el “stop motion”, sólo sabíamos que nos divertíamos mucho con ese pingüino de plastilina y sus aventuras. Estaba bien chido ver cómo jugaba con su best friend, una foca gris, o cómo hacía berrinche porque no le hacían caso como a su hermanito más peque. Pingu sin duda era uno de los personajes más recordados de Ventana de Colores.
Ernesto el Vampiro
Esta animación francesa se produjo y transmitió entre 1989 y 1991. Este vampiro que parecía una cruza entre elefante y morsa era un tanto cobarde para ser una figura malévola y casi siempre le pasaban cosas macabras. Las situaciones iban empeorando hasta que algo horrible ocurría y entonces Ernesto despertaba para darse cuenta de que todo era una pesadilla. La secuencia final siempre era de Ernesto abriendo sus ojotes y cerrando su ataúd para volverse a dormir.
Mi gran Amigo
Azul era una especie de monstruo/dragón en etapa bebé, que vivía con Ana (la actriz Daniela Bolaño) quien le tocaba la guitarra y lo ayudaba a resolver problemas dignos de un peque. Todo el escenario era de cartón, incluso sus bebidas o las regaderas. Estaba padrísimo. Era como el primo morrito del Carisaurio. El reloj parlante de la pared era interpretado por Perico, el Payaso Loco.
El diván de Valentina
Esta serie fue una de las más recientes y es ya parte de los años cero de este siglo, también producida por Canal Once. En ella se cuenta la historia de Valentina Valdez Valdivia, quien nos cuenta desde una perspectiva personal sus pequeños grandes problemas en la escuela, la familia o con la a veces insoportable Karla Camino. Mención honorífica para la ternurísima de su abue “Mamaí” y también para su perra Pepina.
¿Qué les pareció este viaje de nostalgia? Compartan con sus amigos que, al igual que nosotros, crecimos con estas caricaturas y programas que eran la ondísima.