Existen varias leyendas que hacen referencia la tradición del árbol de Navidad, las cuales se remontan a tiempos muy antiguos, pero la documentación histórica sobre el árbol, tal y como lo conocemos, sólo apareció en los últimos siglos.
Se sabe que los pueblos primitivos introducían en sus chozas plantas de hojas perdurables, viendo en ellas un significado mágico o religioso.
Cuando llegaron los primeros cristianos al norte de Europa, se percataron de que se celebraba el cumpleaños de Frey (dios del Sol y la Fertilidad), adornando un árbol perenne, cerca de la fecha de la Navidad cristiana. El árbol representaba al “árbol del universo”, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín), mientras que en las raíces más profundas se encontraba el Helheim (el reino de los muertos).
Cuando se evangelizó el centro y norte de Europa, los primeros cristianos de esos pueblos tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo y es así como aparece la tradición, que seguramente todos disfrutamos, ya que es motivo de alegría y el pretexto perfecto para reunir a la familia.
La forma triangular del árbol representa a la Santísima Trinidad y su color verde y las luces de sus ramas son símbolos de vida; además, nos remiten al misterio de la Nochebuena, que trae esperanza y un nuevo esplendor.
Los árboles y su ornamentación han tenido a lo largo de la historia un significado muy especial, en todas las culturas poseen aspectos simbólicos de carácter antropológico, místico o poético.
Significado de algunos de los adornos más representativos del árbol de Navidad:
Estrella: evoca el astro que guió a los Reyes Magos hasta el pesebre del Niño Jesús para entregarle presentes (incienso, mirra y oro).
Esferas: en un principio se utilizaban manzanas, que representaban a las tentaciones; en la actualidad, se usa una gran variedad de adornos que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
Listones: tradicionalmente representan la unión de las familias y personas queridas.
Luces: significan la luz de Cristo; como dato curioso, en un principio se utilizaron velas.