Por ejemplo, cuando requieren ser rescatados al ser víctimas de crueldad y maltratos.
También, la gente ha dejado ver su lado más noble cuando un animalito, en su entorno natural, requiere de nuestra presencia. Y eso es lo que supuestamente sucedió con un coyote (¿o acaso era un perro?) que se encontraba herido.
Resulta que unas fotos de una joven en compañía de un coyote, se han viralizado.
Más allá de que esta chica de Tamaulipas, como se ha reportado, ayudara a un animalito herido, la noticia dio la vuelta en redes sociales porque en realidad se confundieron con un perro… sí, pensaron que el coyote era un perrito, por lo que decidieron ayudarlo. Pero la sorpresa llegó cuando ya en el veterinario, les dijeron que se trataba de un coyote.
El coyote estaba deambulando en una carretera con una patita fracturada. Cuando la joven pensó que era un perrito, decidió ayudarlo: lo subió a su auto e inmediatamente buscó ayuda profesional, y fue en este lugar donde le dijeron que había llevado a un coyote y no a un perro. Lo que también sorprendió a todos, fue el hecho de que el animal, considerado salvaje por su entorno, nunca actuó de manera agresiva, sino todo lo contrario, lo cual nos revela que no sólo los animales domesticados son agradecidos, sino todos los seres vivos.
Las fotografías publicadas en un cuenta de Facebook (de un presentador de Milenio Monterrey), muestran a la joven con el animal, y en otras podemos ver al coyotito con el hocico abierto donde se notan unos ENORMES colmillos que nos hacen pensar que era evidente que no era un perro callejero. Sin embargo, de ninguna manera podemos juzgar a los héroes sin capa que rescataron al coyote, sino aplaudir una acción de la que no recibirían nada a cambio mas que la satisfacción de ver a un animal bien y contento.
Además, no es el primer caso de este tipo en el que los humanos confunden especies. Hace más de un año, salió la noticia de que un joven llamado Eduardo Lozano, de Monterrey, intentó rescatar lo que pensó era un perro callejero. ¿Acto seguido?
Descubrió que era un coyote. Lo mismo ha sucedido entre perros y lobos, incluso con zorros, pues todos ellos pertenecen los cánidos (canidae), los cuales comparen ciertas características físicas y fisiológicas.
Estuve 45 minutos intentando agarrar a este perrito que vi en la “calle”.
— Edisaurio (@Edy_Lozano) April 30, 2018
Lo dejé ir cuando me enteré que era un coyote. pic.twitter.com/R5pRrJ4kOF
¿Cuál es el mensaje de esta bella historia? No importa si confundes a un coyote con un perro, o a un oso con un perro (esto es real, en China, una familia pensó que había adoptado a un perro y no a un oso), o a Richard Gere con Gerardo Ruiz Esparza… el punto es dejar salir nuestro lado más amable y humano, y qué mejor manera de hacerlo que con los más desprotegidos.